“Si Fernanda está con vida es muy fácil pensar que estaría integrando una red de prostitución infantil. Es una posibilidad real y por eso en estos momentos estamos trabajando sobre una línea en una provincia del país y, mediante un exhorto diplomático, en el Uruguay”, afirmó ayer el juez Héctor Toloy, que investiga el secuestro de Fernanda Aguirre.
La adolescente fue secuestrada en San Benito, Entre Ríos, el 25 de julio del año pasado, alrededor de las 16, mientras caminaba hacia su casa. El principal sospechoso del secuestro, Miguel Angel Lencina, estaba preso y tenía una salida socio familiar cuando ocurrió el hecho. Pero días después, el 6 de agosto de 2004, apareció ahorcado en la celda de la comisaría quinta de Paraná. La viuda de Lencina, Mirta Chávez, es la única detenida por esta causa y se encuentra alojada en la cárcel de mujeres de la misma ciudad.