SOCIEDAD
› MATO EN SU CASA A UN LADRON QUE AMENAZABA A SU MUJER
Un fiscal a balazo limpio
Tres ladrones entraron a la casa del jefe de fiscales de San Isidro. Uno terminó muerto y los otros escaparon. Ahora, una fiscal de ese mismo distrito investiga la conducta de su jefe.
› Por Carlos Rodríguez
Julio Novo, jefe de los fiscales de San Isidro, dejó ayer el rol de conductor del expediente y se transformó en protagonista: en un violento episodio que ahora es investigado, el miembro del Ministerio Público mató a balazos a un ladrón, menor de edad, que había entrado para robar en su casa de la localidad bonaerense de Martínez. “Fue un hecho desgraciado”, admitió Novo, pero aseguró que su actitud obedeció a que su familia se encontraba “en un estado de peligro absoluto” porque habían ingresado a su vivienda tres jóvenes armados que tenían bajo amenaza a su mujer y a sus tres hijos, uno de ellos con una “debilidad mental severa”. El fiscal dijo que temía una reacción impropia de su hijo con discapacidad y que esto generara una tragedia, la que se desencadenó, de todas maneras, cuando Novo disparó contra los ladrones, uno de los cuales murió dentro de la casa, mientras los otros dos escaparon. El caso era investigado ayer por la fiscal de San Isidro, Alejandra Dotti, subordinada de Novo, extraña situación que lleva a pensar que la causa tendrá que ser derivada a los tribunales de otra jurisdicción.
Hasta anoche, los mayores detalles sobre el caso los suministró el propio Novo, ya que ni la comisaría 2ª de San Isidro, ni la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de ese partido, ni la oficina de prensa del Ministerio de Seguridad bonaerense, ni la fiscal Dotti, informaron sobre datos cruciales como cuál era el arma que empuñaba el jefe de los fiscales (se habla de un calibre importante), cuántos tiros recibió el muerto (se decía que fueron tres) y en qué lugar del cuerpo (la versión que circulaba en los tribunales era que entraron por la espalda). El fiscal Novo afirmó que accionó el gatillo una vez que escuchó “con certeza un disparo”, producido supuestamente por uno de los delincuentes. Los peritos concurrieron ayer a la casa del fiscal para tratar de reconstruir lo sucedido.
Horacio Bigalli, asesor de los tribunales de menores de San Isidro, confirmó a Página/12 que se había presentado para saber lo que había sucedido con el menor “víctima de un hecho de violencia”, pero aclaró que su intervención “no es para investigar sino en función de protección”, dado que la causa está en manos de la fiscal Dotti. El asesor coincidió en que la fiscal “debería apartarse” de la causa por ser subordinada de Novo, quien está siendo investigado para determinar si actuó o no en legítima defensa. Fuentes de la Procuración General de la Suprema Corte provincial dijeron a este diario que “lo normal es que se aparte de la causa, pero en estos primeros momentos tiene la obligación de intervenir para iniciar el expediente y después sí declararse incompetente”. La investigación debería ser derivada de San Isidro a los fiscales de San Martín.
El caso, caratulado “homicidio en ocasión de robo”, comenzó ayer a las 7.30 en la vivienda de Catamarca 627, en Martínez. El fiscal Novo relató que su esposa había dejado el auto en la puerta y que fue amenazada con armas de puño por tres jóvenes que se le acercaron cuando la mujer se disponía a llevar a la escuela a dos de sus hijos, una nena de 11 años y un adolescente de 17. En la planta alta de la casa estaban Novo y su otro hijo varón, de 15, que es “débil mental”. Según la versión del fiscal, uno de los ladrones “le puso el revólver en la cabeza a la nena (por su hija menor) y otro a mi mujer, ingresaron al living y un tercer sujeto entró en la casa. Ahí vino mi otro hijo, que es un chico débil mental. Los revólveres para él son juguetes y por eso intentó tomarlos. Ahí mi hija empezó a gritar que no, que no le hicieran nada, que es discapacitado”.
Mientras los ladrones pedían “con desesperación plata, oro, dólares” y revolvían la planta baja, Novo fue en busca del arma y reconoció que en ese mismo momento se dijo a sí mismo: “Esto puede ser un desastre”, por la reacción que podrían tener los delincuentes cuando él apareciera con un revólver en la mano. “Es absolutamente cierto cuando la gente nos dice a nosotros que les tiemblan las manos”, dijo el fiscal aludiendo a la sensación que sentía. Sostuvo que escuchó que uno de los ladrones sabía desu presencia en la planta alta (“hay un ‘chabón’ arriba”, dijo) y que cuando escuchó “un disparo”, él apretó el gatillo y efectuó “dos disparos”. Consideró que se produjo “un hecho desgraciado”, pero su familia estaba “en un estado de peligro absoluto”. Concluyó que “afortunadamente (para su familia) se fueron dos (de los ladrones) y quedó uno herido y falleció”. Este diario trató de hablar con Novo en su casa, pero fue imposible. Ayer por la tarde lo visitaron amigos y personalidades políticas como el ex ministro de Justicia bonaerense, Jorge Casanovas. El fiscal dijo que tiene miedo por la represalia de que podría ser víctima su familia.