SOCIEDAD
› EL PROYECTO DE EDUCACION SEXUAL YA PUEDE SER TRATADO
El turno de la Legislatura
La Comisión de Educación aprobó un dictamen favorable para la iniciativa de educación sexual en los colegios porteños. El macrismo votó en minoría. El proyecto caduca el 10 de diciembre.
Como si fuera la remake de una película que ya todos conocen, la comisión de Educación de la Legislatura porteña aprobó ayer por segunda vez un dictamen favorable al proyecto de ley de educación sexual de los kirchneristas Ana María Suppa y Diego Kravetz y la radical Florencia Polimeni. El cruce de espadas siguió los caminos esperados: el eterno opositor a esta ley, el macrista Santiago de Estrada –alineado con la Iglesia– firmó incorporando como despacho de minoría su propio proyecto, según el cual los contenidos de la educación sexual deben ser fijados en cada escuela con intervención de los padres. En la práctica es altamente improbable que el proyecto llegue al recinto en los próximos días por los impedimentos planteados por el macrismo, y todos los despachos caerán el 10 de diciembre, pero aun así los autores del proyecto prefirieron mover sus piezas y volver a mostrar dónde se para cada uno en un tema que parece destinado a dar aún interminables batallas.
Después de que el año pasado los dos proyectos se enfrentaran en la Legislatura y ninguno alcanzara los votos necesarios para ser aprobados, sus autores volvieron a presentarlos. El proyecto de Suppa, Kravetz y Polimeni, apoyado también por la independiente María Eugenia Estenssoro fue consensuado con el de Alicia Bello. Los diputados habían previsto aprobar el nuevo dictamen en octubre, pero en la reunión de la comisión de Educación, De Estrada sacó una sorpresa de la galera: anunció que había juntado 21.000 firmas en iglesias y colegios religiosos para que la ley se tratara en audiencia pública, lo cual –considerando los plazos que ésta requiere– llevaba el tema indefectiblemente hasta el año próximo. Los kirchneristas contraatacaron y pidieron que se realice una consulta popular sobre el tema.
Así las cosas, la comisión de Educación volvió a reunirse ayer y, esta vez sí, aprobaron el proyecto de Suppa-Kravetz con un dictamen de mayoría. “Es cierto que por las distintas maniobras del macrismo hay dificultades para llevar la ley al recinto –sostuvo Suppa–. Nosotros hemos trabajado durante todo el año para componer nuestro proyecto con el de Alicia Bello, y también junto a otros diputados que no participan de la comisión de Educación, sacando y agregando elementos hasta llegar a un acuerdo. El despacho que firmamos hoy caducará el 10 de diciembre, pero puede ser ratificado el año próximo”.
Las maniobras a las que se refiere la diputada tienen que ver con las 21 mil firmas de De Estrada. “Ellos dicen que presentaron las firmas ante el Tribunal Superior que lo está evaluando y que el proyecto no se puede tratar antes de la audiencia pública. Nosotros propusimos la consulta popular, porque para volver a escuchar a la misma gente que ya vino a expresar que no quiere un proyecto de educación sexual, es preferible una expresión popular. De todas formas, ninguna de las dos cosas es vinculante, nosotros seguimos con el trabajo parlamentario”.
Los proyectos de unos y otros ya demostraron ser irreconciliables. El de Suppa-Kravetz plantea la educación sexual obligatoria en todos los colegios desde el nivel preescolar. Los contenidos son fijados por el Estado a través de la Secretaria de Educación, teniendo en cuenta temas que no pueden ser obviados, tales como los métodos anticonceptivos, la prevención del embarazo, prácticas sexuales responsables, la diversidad sexual, entre otros. En el proyecto de De Estrada, en cambio, la educación sexual empieza recién en séptimo grado y cada colegio podrá fijar los contenidos en consulta con los padres y de acuerdo con las creencias religiosas de esa comunidad.
Entre los agregados que tuvo el proyecto de Suppa, se incorporó el “monitoreo social”, según el cual “la Secretaría de “Educación garantiza un ámbito de colaboración e intercambio con la participación de padres, entidades académicas y el Consejo de Derechos de Niños, Niñas y adolescentes”, explica la diputada. También se incluye, en el capítulosobre la articulación con otras áreas, que la Secretaría de Salud “ofrecerá talleres de educación sexual integral para brindar información pertinente y actualizada que permita comprender y abordar aspectos de la educación sexual de sus hijos y promover la comunicación y el diálogo familiar”.
En cuanto a los plazos, el proyecto prevé que dentro de los 120 días de promulgada la ley, se realice un inventario de los recursos humanos didácticos existentes a fin de poder aplicar de inmediato la ley, sin necesidad de capacitar a todos los docentes.
Pero está visto que para que los alumnos porteños puedan recibir clases de educación sexual aún falta recorrer un largo camino.