SOCIEDAD
› EL CASO DE LA MUCAMA ASESINADA
De hipótesis, la venganza
Después del asesinato de la niñera ocurrido ayer en La Paternal, cobra fuerza la idea del crimen pasional cometido por una persona que ingresó con el permiso de la propia empleada. Fuentes de la investigación explicaron que la pista más firme es que el o los asesinos fueron a la casa directamente a matar a Dora Gladys Sosa, de 45 años, y que se llevaron al niño para “cubrir su huida”.
“La cantidad de puñaladas que recibió, en total 10, revela un ataque emocional, que bien pudo obedecer a motivos pasionales o a una venganza –explicaron las fuentes–. Creemos que se trató de un drama pasional relacionado con la víctima.” Las pesquisas determinaron que el asesino llegó al lugar con el fin de matar porque llevó un arma blanca de su propiedad e incluso estimaron que habría optado por no utilizar un arma de fuego para evitar que las detonaciones se escucharan desde la comisaría 41ª, lindera con la casa.
Sobre los motivos por los cuales fue secuestrado el pequeño de tres años, hijo de la pareja de arquitectos dueña de la casa, explicaron: “La pregunta inversa a por qué se lo llevan es por qué lo abandonan. Si hubieran querido hacer algo contra los padres, al niño lo hubieran lastimado y no fue así”. También dijeron que el golpe que el nene tenía en la frente fue a raíz de una caída que sufrió cuando caminaba por el terraplén donde fue abandonado, en Avellaneda.
Ayer, los investigadores volvieron a inspeccionar la escena del crimen y realizaron pruebas de sonido, mediante las cuales establecieron que fue posible que otra empleada doméstica que estaba trabajando en la planta alta de la casa no escuchara los gritos de la niñera cuando fue atacada. Los detectives localizaron a dos posibles testigos de la huida del agresor, quienes fueron llevados a la seccional para declarar en el marco de la causa.
El hecho ocurrió en la casa de Bufano 1820. Después de asesinar a la empleada, los delincuentes huyeron con el nene sin que ninguno de los vecinos percibiera nada extraño. Horas más tarde –cerca de las 18–, el pequeño apareció deambulando en un terreno de la empresa Ferrobaires, en el partido de Avellaneda.