¿Cuántas son las personas que mueren cada año en accidentes de tránsito? Las últimas cifras lanzadas por algunas ONG “especialistas” en el tema hablaban de 12 mil víctimas. Sin embargo, el número verdadero –aunque igualmente motivante para el trabajo en torno de la prevención– es sensiblemente menor: unas 3780 personas. Esa es la cifra a la que arriba el Ministerio de Salud a través de su Sistema de Vigilancia de Lesiones (SiViLe), que lleva un registro de las muertes por causas externas en todo el país. Este diario reveló en junio del año pasado que el número que suelen presentar esas entidades era exagerado. El cálculo publicado entonces como más creíble era de 4111 víctimas fatales por día, muy cerca de la cifra ahora oficial. Los datos preliminares también señalan que entre los jóvenes de 15 a 24 años las tres principales causas de muerte son las no intencionales, las agresiones interpersonales y los suicidios.

“Es un sistema novedoso que nos permite contar con datos reales, útiles para conformar un estado de situación en todo el país sobre el número de lesiones externas y las tendencias en cada provincia”, explicó a Página/12 Andrés Leibovich, subsecretario de Programas de Prevención y Promoción del ministerio. Dentro del SiViLe, funciona el Proyecto Centinela, que –financiado por el Banco Mundial– investiga las muertes por lesiones o causas externas y cuyos datos iniciales corresponden a 2003. Esa información fue procesada durante 2004 y el informe completo estaría listo para marzo próximo.

Las muertes ocurridas por causas externas son cerca de 20 mil al año. De ellas, el 34 por ciento responde a motivos no intencionales, o sea, accidentes en la calle, en el hogar, en el trabajo o en la escuela. El 20 por ciento sucede como consecuencia de accidentes de tránsito, unas 10 por día. Con menos incidencia, los suicidios son los responsables del 17 por ciento de los fallecimientos, mientras que el 15 por ciento se debe a la violencia interpersonal, que incluye violencia familiar, social y sexual.

“Las cifras son tremendas”, califica a la hora de hablar de los datos sobre los jóvenes Oscar Zein, gerente de Vigilancia de la Salud y Control de Enfermedades. “Cuando se analizan grupos de edad y causas de muerte, en todas las franjas siempre hay una causa externa entre las 10 primeras razones de muerte. Pero desde el primer año de vida hasta los 45, la primera causa de muerte es siempre externa. Y entre los 15 y los 24 años, las tres primeras causas son externas: las no intencionales, las agresiones y los suicidios”, detalla.

Al analizar la mortalidad por grupos de causas, se concluye que las enfermedades cardiovasculares se llevan el mayor número de víctimas, seguidas por los tumores, las enfermedades infecciosas y, luego, las causas externas. Así, las enfermedades no transmisibles provocan más las dos terceras partes de las muertes.

En accidentes de tránsito mueren unas 3780 personas por año, lo cual “nos muestra que a veces se dan datos escalofriantes que no son reales”, comentó Leibovich. Además, dentro de las causas externas, los accidentes en el hogar son motivo de unas 6500 muertes al año; los suicidios, de unas 3400 y las agresiones, 2800.

El concepto de “causa externa” tiene aire de eufemismo, pero en realidad busca sellar el certificado de defunción de la idea de “accidente”. “Si un auto viene a 200 kilómetros por hora por una avenida y choca a otro, eso de accidente tiene poco. Y de irresponsabilidad tiene mucho”, ejemplifica Zein.

“Los diferentes tipos de causas externas en cada distrito marcan una tendencia social que responde a idiosincrasias distintas. Esa información nos va permitiendo trabajos de prevención y de previsión diferenciados en cada provincia, a las que les transmitimos los datos para que tomen los recaudos necesarios. Vamos conformando un buen banco de datos para elaborar políticas correctas”, indicó Leibovich.

El sistema funciona con una red de 35 unidades centinela distribuidas en los centros de salud más importantes de todo el país. Ellos son los encargados de recolectar la información y enviarla al Ministerio de Salud de la Nación, donde es analizada y descentralizada hacia las autoridades sanitarias provinciales.