Todo empezó con el secuestro express de un pequeño empresario del partido de Tres de Febrero, y terminó en un infernal tiroteo por las calles de ese distrito, en un radio de 25 cuadras, que dejó como saldo la muerte de dos suboficiales de la Bonaerense y heridas a cinco personas, entre ellas, tres civiles. Todo eso en un lapso de poco más de media hora. Finalmente, tres de los delincuentes fueron detenidos y el empresario pudo escapar en medio de la refriega, sano y salvo. La policía secuestró dos fusiles FAL, cinco pistolas y chalecos antibala, además de una Magnum 4040 que sería propiedad del cantante bailantero Leo Matioli, secuestrado el lunes último a la mañana y liberado tras pagar un rescate de 2000 pesos.
Los hechos se iniciaron cerca de las 10.30, cuando un grupo de tres hombres, con chalecos antibala, bajó de un Ford Focus blanco, en la esquina de Pérez Galdós y Madariaga, en Pablo Podestá. Allí, en la vereda, estaba Luis Armando Zárate, dueño de una empresa de reciclado de vidrio, con sus empleados. “Tenés que venir a la comisaría”, le dijeron los de chaleco, y lo metieron por la fuerza dentro del Focus. Una vez allí, el hombre confirmó que no eran policías sino asaltantes, que le pedían ir a buscar dinero a su casa.
“Antes me matan”, rechazó Zárate, que sólo tenía 300 pesos encima. Los delincuentes le pidieron que los llevara, entonces, al comercio donde le habían pagado ese dinero, en Presidente Perón y Del Kaiser, a dos kilómetros del primer lugar.
La policía ya estaba alertada: los empleados de Zárate habían subido a un auto y siguieron de lejos a los asaltantes. En el camino, dieron aviso a la Seccional 5ª, de Martín Coronado. Los delincuentes decidieron huir del segundo local, sin robar nada, perseguidos por un móvil policial, por la avenida Márquez. El patrullero había alcanzado a emitir un pedido de apoyo por radio, poco antes de recibir una descarga de FAL, que impactó en la frente del cabo primero Osvaldo Lucero, al volante del patrullero. El auto se estrelló contra un camión y el acompañante resultó herido.
También recibió un balazo en el abdomen un bicicletero que iba por la calle con su pequeño hijo. El hombre, identificado como Miguel Angel Guiter, fue internado en grave estado en el hospital Castex.
Tras el tiroteo con la policía, los delincuentes decidieron abandonar el Focus y huir a pie. La circunstancia fue aprovechada por el empresario Zárate para escapar por la luneta del auto, hecha añicos, enarbolando un pañuelo celeste y gritando “Soy el rehén”.
Fue entonces cuando ocurrió el segundo episodio sangriento de esta historia. En Madrid al 2300, los ladrones interceptaron un Renault 12 break para continuar con la fuga. Pero el conductor resultó ser el sargento retirado de la bonaerense, Olegario Núñez, de 68 años, que se resistió al asalto y recibió siete balazos que le costaron la vida. También resultó herida de bala su esposa, que venía con él. La mujer, Natividad Jugo, fue llevada al Castex, donde los médicos trataban de evitar la amputación de su pierna herida. En el mismo hecho, Julieta González, una chica de 17 años que estaba dentro de su casa, sufrió una herida de bala en un ojo.
Dos de los delincuentes lograron subir al Renault 12 del policía, pero el tercero quedó abajo y fue detenido. Los del auto no fueron muy lejos: a los pocos metros chocaron contra un Peugeot 404, con cuatro personas a bordo, que sufrieron heridas leves. Allí fueron alcanzados por la policía, que logró detenerlos.
Los delincuentes fueron identificados como Miguel Angel Salinas (24), Daniel Salinas (23) y Oscar Alberto Cajal (29). El primero sufrió una herida en el cuero cabelludo, el segundo recibió un tiro en la garganta y Cajal fue herido de bala en el abdomen y en el brazo.
Los investigadores, al mando del fiscal de San Martín, Rubén Moreno, investigan si la banda es autora de otros secuestros express en la zona. Por el relato de Zárate saben que los delincuentes actuaban con un grupo de apoyo, pues uno de los que iba en el Focus se comunicó, desesperado, através de un handy, con un supuesto cómplice: “Que venga el auto de apoyo, tenemos a la yuta encima”.
En poder de la banda se secuestraron 5 pistolas (9 milímetros y 45), dos fusiles FAL, una escopeta de caño recortado y chalecos antibala. También una Magnum que sería del bailantero Matioli, secuestrado por unas horas el lunes último. Esto haría presumir que en los dos hechos intervino la misma banda o, al menos, dos grupos conexos.
En cuanto a los heridos, el fiscal Moreno ordenó tomar la numeración de las armas utilizadas por la policía, para determinar si de alguna de ellas partieron las balas que afectaron a los civiles. En principio, voceros judiciales creen que por la dirección de los proyectiles, habrían sido disparados por los delincuentes.