Largas colas en consulados
Ningún otro fenómeno más que el de las largas colas que entre ayer y el lunes se agolparon frente a los consulados italiano y español podía reflejar con tanta claridad la desesperanza de muchos argentinos ante la crítica situación nacional. Conformadas por cientos de personas, en su mayoría con problemas laborales, las hileras se extendían desde muy temprano, e incluso, quienes las encabezaban habían pasado la noche en el lugar con la esperanza de conseguir al menos un turno con el cual iniciar algún día el trámite de la ciudadanía.
A sólo 20 cuadras de distancia se encuentran los consulados del nuevo sueño argentino: el de emigrar. El italiano, ubicado en Marcelo T. de Alvear al 1100, donde más de 200 personas aguardaban el reparto de los 100 números diarios; y el español, situado en Guido 1760, también en el Barrio Norte porteño. En el primero, Víctor Simonetti y su novia conformaban un tipo ideal de los potenciales emigrantes: jóvenes y desocupados. La pareja aseguró que “hace un año que estamos los dos sin trabajo, desde que nos recibimos. Somos diseñadores gráficos con título universitario, pero eso parece no tener valor”. “La última vez que trabajé fue por tres meses en una agencia, donde me echaron y no me pagaron nada”, comentó Víctor.