La Corte Constitucional de Colombia decidió despenalizar el aborto en casos de violación, malformación del feto y cuando la madre corre riesgo de vida. La Iglesia Católica se pronunció en contra del fallo judicial, al que calificó de “muy triste y lamentable”.

Después de la sentencia del pasado miércoles, las mujeres podrán realizarse un aborto cuando el embarazo es consecuencia de una violación o inseminación artificial no consentida, cuando el feto sufre malformaciones irreversibles y cuando corre peligro la vida de la madre.

Mónica Roa, demandante de la norma judicial que condenaba entre dos a tres años de cárcel a las mujeres que interrumpieran el embarazo, festejó la decisión y aseguró que ahora se solucionarán los problemas de salud pública en ese país.

Según un estudio local, se considera que se practican anualmente unos 400 mil abortos clandestinos. De ellos, 180 mil llegan después a los hospitales públicos como casos de alto riesgo. Un 25 por ciento de la mortalidad materna se debe a los abortos mal practicados.

“Seguimos por caminos equivocados y soluciones facilistas, buscando respuestas a las graves y difíciles situaciones por las que pasa nuestro país”, expresó la Conferencia Episcopal de Colombia, mediante un comunicado.