Los nuevos mecanismos de coordinación entre la Policía Federal y la Bonaerense en las zonas de frontera entre la ciudad y el Gran Buenos Aires harán imposible hasta las más soñadas escenas de cruzar la General Paz a un lado u otro y salvarse a lo Thelma y Louise de la persecución de los azules. Ese es el propósito de los hombres que manejan la seguridad en las fuerzas y de los capos del área en provincia y en nación. El sueño de Juan José Alvarez y de Luis Genoud, visto con sonrisas por sus jefes policiales, Giacomino y Amadeo D’Angelo, es que mediante la incorporación de un nuevo sistema de radio para las 14 comisarías bonaerenses y las de la Federal que les corresponden del otro lado que les permita perseguir ladrones concatenadamente y cruzándose de jurisdicción “como si fueran de la misma fuerza”. Así lo aclaró ayer a Página/12 el comisario mayor D’Angelo, virtual jefe de la policía bonaerense. “Habrá una innovación tecnológica, deberemos readaptar los sistemas de comunicación, pero es imprescindible que los delincuentes sean perseguidos sin fronteras”, le explicó a este diario un vocero de Alvarez.
El acuerdo surgió ayer después de dos horas y media de reunión entre los jefes de las fuerzas, incluidas la Gendarmería –Hugo Miranda– y la Prefectura Naval –Juan José Beltritti– en el séptimo piso de la calle Gelly Obes 2289, uno abajo del que sirvió de residencia a la pareja de Juan Domingo y Eva Perón, a tono con los ministros peronistas que presidían la escena.”Si un patrullero de la bonaerense quiere cruzar la línea divisoria es imposible que lo haga. Por eso tienen que tener la misma frecuencia de radio que la Federal para coordinar las persecuciones, las búsquedas”, transmitió una alta fuente de la Secretaría de Seguridad. En cuanto a las otras fuerzas, quedaría para ellos la interacción con cada una, el uso de su personal científico y la presencia en las calles de otros colores de uniforme, en lo que se considera como vital para mejorar la percepción de seguridad: agentes de cualquier fuerza en las calles.
Ayer tanto Genoud, el debutante ministro se Seguridad de Felipe Solá, como Alvarez –que fue el ante último en ese cargo con Ruckauf para subir a Nación con Adolfo Rodríguez Saá y luego Duhalde– enviaron como mensaje la idea de callar sobre los planes que tenían para poner en funcionamiento el coordinación policial en el área Metropolitana. El propio Genoud se comunicó con Página/12 para plantear apenas que “es preferible que los resultados se vean en la realidad. Porque coincido con Alvarez en que si no nos ponemos a hacer anuncios que la gente no ve”. Luego un vocero explicó que en la reunión hubo una línea clara: ultimar casi al detalle el diseño de una nueva manera de trabajar entre las comisarías del conurbano linderas con la capital y las de la ciudad de Buenos Aires en esas zonas fronterizas. Una de las más importantes sería la de Saavedra-Vicente López, otra la de Liniers y Ciudadela. Un oficial de servicio consultado por este diario en una de las comisarías implicadas, ignorante aún de las nuevas medidas, se mostró casi eufórico al enterarse. “La verdad es que ahora no es que no se puede, pero por ahí por no generar un roce con la provincia, o por un pacto de caballeros, uno no se mete con el patrullero a seguir a un delincuente hasta la provincia, así que si lo habilitan está bien”, dijo.
¿Es verdad que mejoraría la situación de la seguridad en el caso de adoptarse las medidas? Los comisarios consultados en dos zonas limítrofes acuerdan con que si bien es posible no cruzan fronteras y admiten que se tarda hasta diez minutos en que un comando radioeléctrico y transmita al otro una novedad en las zonas vecinas. “Casi siempre es tarde y cuando consiguen cruzar se los pierde”, dijo uno de ellos. El propio D’Angelo le dijo a este diario que “no es suficiente con los equipos que tenemos”. Después de explicar el funcionamiento de los sistemas de radio de las policías –el Alcatel Capa 14, una radio estación que monitorea la radio de la Federal, y la red Isopro, que vincula a las provinciales– admitió que los gobiernos provincial y nacional asumieron la necesidad de hacersede un sistema especial de VHF, más pequeño, especialmente instalado en los patrulleros de las 14 comisarías –o 28– aledañas. Página/12 le preguntó a D’Angelo por las viejas y casi folklóricas peleas entre la Bonaerense y la Federal: “Obviamente –dijo– uno pretende esclarecer más hechos (que otro) porque representa a determinada fuerza. Pero eso no quita que entre las dos no haya buena comunicación y cooperación permanente”.