A pedido de la jueza, ocho expertos de la UBA dictaminaron que Matías no murió por golpes, sino por un problema de salud oculto. La familia Bragagnolo pedirá anular el estudio.
› Por Raúl Kollmann
Un informe firmado por ocho profesores titulares de la Facultad de Medicina de la UBA sostiene que Matías Bragagnolo fue víctima de una “muerte súbita”, producto de un mal congénito o adquirido que no le había producido síntomas y que, por lo tanto, ni él ni sus padres sabían que tenía. El informe fue pedido por la jueza María Teresa Salgueiro que consideró en su momento que no contaba con elementos suficientes para esclarecer, desde el punto de vista médico, el enigma de la muerte de Matías. El abogado de la familia Bragagnolo, Nicolás González Siches, adelantó que pedirá la nulidad del estudio, pero lo cierto es que el informe va a tener un peso importante en la opinión de la jueza. En realidad, varios criminalistas consultados por este diario diagnosticaron que el enigma no tiene solución, ya que la familia argumentará que el mal se desató por la angustia de la persecución y la defensa de los jóvenes que se pelearon con Matías dirá que le pudo haber ocurrido jugando al rugby. Con este cuadro de situación, es difícil que se sostenga una acusación por homicidio.
Como se sabe, Matías Bragagnolo, de 16 años, murió en la madrugada del 9 de abril tras una pelea con un grupo de jóvenes en las inmediaciones de un quiosco ubicado en Salguero y Libertador. El encontronazo derivó en una persecución y finalmente en el fallecimiento en el hall del edificio de la calle Ortiz de Ocampo. En la trifulca participaron trece chicos, de los cuales seis quedaron en la mira de la Justicia.
Lo fundamental de la primera autopsia que se hizo al cuerpo de Matías es que determinó que su muerte no fue producto de golpes, de manera que las cosas quedaron en una especie de neblina científica con tres posiciones. La primera, sostenida por los peritos oficiales, afirmaba que existió una concatenación de hechos: un primer golpe lo pudo haber afectado, luego la corrida profundizó el cuadro y también entró en juego un problema congénito que Matías tenía en el corazón. La defensa insistió en que el joven murió esencialmente por su problema congénito y la familia Bragagnolo adhirió a las posiciones de los peritos oficiales, pero poniendo el acento en que si a Matías no lo hubieran atacado, estaría con vida. La jueza no pudo resolver el enigma. Dictó la falta de mérito a los jóvenes debido a que no tenía en ese momento suficientes elementos como para procesar ni para sobreseer a los que enfrentaron a Matías. La magistrada resolvió entonces recurrir a la UBA, que armó un equipo de ocho profesores titulares para analizar el caso.
El dictamen fue firmado por el decano de Medicina, Alfredo Buzzi, que es cardiólogo y médico deportólogo; Daniel Piñeiro, cardiólogo; Roberto Sica, neurólogo; José Casas, patólogo; Eduardo Abatte, neumonólogo; Jorge Francella, médico deportólogo, Carlos Damin, toxicólogo, y el coordinador de todo el grupo, Luis Kivtko, médico y psiquiatra forense. El informe es muy breve y sostiene con verosimilitud que la causa del deceso fue “muerte súbita”. Página/12 pudo dialogar con uno de los especialistas que participó del estudio, quien señaló que la muerte súbita puede deberse a problema congénito o a una enfermedad adquirida, pero que la persona desconoce por cuanto no le produce síntomas. El médico explicó que aunque la conclusión es breve se trabajó durante 65 días en el dictamen.
En diálogo con este diario, el abogado de Marcelo Bragagnolo, padre de Matías, adelantó que pedirá la nulidad del estudio. “Si estamos ante una pericia, no tuvimos derecho a controlarla con peritos de parte. No es legal. Además, el texto no tiene la fundamentación científica y sólo tenemos dos renglones en los que se afirma lo de la muerte súbita sin explicar nada. Nosotros seguimos insistiendo en que Matías fue víctima de un homicidio preterintencional, es decir sin intención.”
Habrá que ver ahora qué determinación toma la jueza Salgueiro. El abogado de algunos de los jóvenes que se pelearon con Matías, Carlos Broitman, pedirá el sobreseimiento de sus defendidos. Y lo real es que el estudio de la UBA tendrá su peso porque será muy difícil que un magistrado convalide una acusación por homicidio existiendo un dictamen que afirma que un problema de salud del propio Matías jugó un papel decisivo en la muerte. El panorama final de la causa Bragagnolo podría consistir en que el único procesado que será llevado a juicio oral es el policía Luis Villegas, a quien la jueza imputa incumplimiento de los deberes de funcionario público y vejaciones. Es decir que actuó en forma violenta y no le dio la asistencia imprescindible en los momentos previos a la muerte.
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