Por familiares de las victimas
de la tragedia de santa fe

Las estadísticas hablan de números. En nuestro país mueren por hechos de tránsito más de 22 personas por día. Veintidós es sólo un número.

En este caso indica veintidós personas que murieron no por causas naturales sino en un día cualquiera, el menos esperado, en un accidente de tránsito.

Veintidós habla de la muerte de niños, jóvenes, adultos; con sueños y proyectos; de vidas que no pudieron continuar; encierran historias y recuerdos; familias que pierden a alguien importante, a quien no verán nunca más.

Las estadísticas hablan de los muertos. De 22 muertes evitables. Hablan de políticas de Estado que no son, de hábitos culturales que están enraizados en la gente. Hablan de la falta de educación de un pueblo. De corrupción, de que el descanso de choferes de micros no es el que debiera. Hablan de empresarios corruptos. De Organismos de Control que no controlan.

Hoy se cumplen ocho meses de la muerte de Julieta, Delfina, Lucas, Benjamín, Nicolás, Julieta, Justine, Daniela, Federico y Mariana.

Hoy nos identificamos como los Familiares de las Víctimas de la Tragedia de Santa Fe. Trabajamos juntos las familias y los amigos de las víctimas: de los muertos, de los heridos, de los que estábamos con ellos en lo cotidiano y hoy nos sentimos víctimas.

Creíamos que el dolor de a poco iba a ser menor, y nos encontramos con que no es así: el dolor aumenta, la ausencia de nuestros seres queridos provoca una herida que tarda mucho en cerrar y no sabemos si algún día cerrará.

Nuestra vida cambió y hoy tenemos como objetivo trabajar para que existan políticas de Estado donde el tránsito sea una preocupación constante; que los legisladores revean las leyes vigentes y elaboren leyes claras que no dejen margen de interpretación de jueces que creen que aplican justicia dejando libre a gente que atropella, mata y huye; a conductores alcoholizados; a conductores profesionales que actúan como si no lo fueran.

Para que se produzca un verdadero cambio es necesario también el compromiso de todos los grupos sociales: empresarios, medios de comunicación, personas públicas, escuelas y padres.

Sabemos que este camino que emprendimos es largo. Nuestros tiempos no son los de los gobernantes. Cada día que pasa y no sale a la luz ningún cambio, nos produce indignación. No entendemos cómo es que no se implementa ya un plan para mejorar, no entendemos qué espera el Congreso para mejorar las leyes, no entendemos cómo la Justicia sigue dejando libres a quienes son culpables.

Nuestros familiares murieron; hoy su recuerdo nos llena de alegría por los momentos vividos y de tristeza por los que no serán. Queremos que todos los recuerden y que, al recordarlos, cada uno asuma un compromiso real para mejorar la seguridad vial.