A dos meses del incendio que provocó la muerte de diez ancianos de un geriátrico de la localidad bonaerense de Vicente Lopez, ayer fue detenido Gregorio Sorrentino, el director del establecimiento. El imputado salía de un bar, ubicado a pocos metros del lugar de la tragedia, cuando fue detenido por la policía, sin oponer resistencia.

Fuentes judiciales explicaron que la investigación de la fiscal Beatriz Molinelli determinó que en la habitación donde se generó el foco del incendio había tres camas, cuando por sus dimensiones debería haber una o, a lo sumo, dos. También se descubrió que la clínica, ubicada en Gervasio Méndez y Paraná, estaba habilitada para 51 pacientes y albergaba en realidad a 82 personas.

“Las pericias de bomberos establecieron que el fuego se inició en la cama de un abuelo que estaba a menos de cinco centímetros de la estufa de tiro balanceado que calefaccionaba el ambiente”, agregó otra fuente en referencia al incendio ocurrido el 12 de mayo pasado.

Sorrentino está imputado por el delito de “incendio agravado doloso”, que prevé una pena de ocho a veinte años de prisión, pues se hallaron pruebas que implican que tuvo responsabilidad en el siniestro. Para la fiscal Molinelli, el detenido actuó con “dolo eventual”, al poner en riesgo la vida de los ancianos por las condiciones en las que estaban internados.