Estar separado pero no divorciado y tener una nueva pareja puede terminar con una denuncia de el o la ex por “infidelidad”. Esa posibilidad fue abierta por un insólito fallo de una cámara de Necochea, que dispuso que el deber de fidelidad se extiende hasta la sentencia de divorcio, por lo que cualquier “desliz” previo a ese momento podrá ser considerado legalmente como “adulterio”.

El fallo, no unánime, de la Cámara Civil y Comercial de esa localidad promete generar escozor entre quienes se encuentran separados o en proceso de divorcio.

El tribunal dispuso el pasado 27 de noviembre que “el deber de fidelidad que impone el matrimonio sólo termina con el divorcio, subsistiendo, por ende, durante la separación de hecho”. Así lo entendieron Humberto Garate y Fabián Loiza, dos de los magistrados, en el marco de un juicio de divorcio con causal de adulterio que inició una mujer contra su esposo, tras 34 años de casados.

El juez que votó en disidencia, Hugo Locio, dijo que “estando los cónyuges separados de hecho, el deber de fidelidad ya no subsiste con la misma intensidad”.