Las violaciones legales a la propaganda, como posters donde no debían estar por normas de la Justicia electoral, provocó la movilización de un ejército de inspectores. Recogieron 10 toneladas de basura ilegal. Hubo escaramuzas con algunos candidatos que rechazaron la incautación. Uno incluso se aferró a un poster suyo. Los inspectores, antes de retirar la propaganda ilícita, la fotografiaban.

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La propaganda de los candidatos fue más bien suave, pero hubo un ejemplo claro de publicidad negativa. Un spot sin firma señalaba que “no se puede creer en lo que Garotinho promete” y decía que “fue Garotinho quien permitió la entrada de celulares en la cárcel”. El tema de los celulares de los narcos, que así quedan perfectamente comunicados con el exterior y pueden seguir dando órdenes, es uno de los grandes escándalos de estos días por la presión de Fernando Beira Mar, Fernandinho. Beira Mar, dicen las malas lenguas, es el que instruyó a los narcos para cerrar los negocios de Rio de Janeiro y las afueras de San Pablo como si fuera un toque de queda de día. Garotinho, tercero en las encuestas de intención de voto, fue gobernador de Rio de Janeiro.

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El sistema de voto electrónico supone que cada elector digita en un casillero los números de su candidato a presidente, del candidato a gobernador y los postulantes al Senado, a las diputaciones nacionales y a las diputaciones estaduales. Por eso es importante el nivel de recordación del número de cada lista. Los asesores de Lula están contentos. Su candidato tiene, según la empresa Datafolha, un 60 por ciento de recordación.

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Con 10 millones de habitantes y un 10 por ciento por debajo de la línea de pobreza, San Pablo también empezó un programa de separación de residuos. Pero al revés de Buenos Aires el acento no está puesto sobre los cartoneros sino sobre los feriantes. El objetivo es fortalecer el reciclaje de productos orgánicos.