Pocos le creían a Harald zur Hausen cuando, en la década de los ’70, sostenía que un virus podía causar cáncer. El virus era el papiloma, el cáncer que provoca es el de cuello de útero y ayer a su descubridor le fue otorgado el Premio Nobel de Medicina. Desde 2006, existen vacunas para prevenir esa forma de cáncer, aplicables a chicas desde los nueve años de edad. Según Zur Hausen, la inmunización podría haberse desarrollado muchos años antes si la comunidad científica y las empresas farmacéuticas lo hubieran escuchado.

A partir de 1976, Zur Hausen, que hoy tiene 72 años, publicó su hipótesis de que el cáncer de cuello de útero se debía a un virus, parecido al que causa las verrugas genitales. Otros investigadores reconocían esa posibilidad, pero en relación con el virus del herpes. Mediante estudios con liebres, el alemán logró aislar dos cepas del papilomavirus humano (HPV). El Comité Nobel subraya que el científico “fue capaz de discrepar con ideas que prevalecían en los años setenta”.

Harald zur Hausen investigó en el Instituto de Microbiología de Düsseldorf, Alemania, y en la Universidad de Pennsylvania, Estados Unidos. Desde 1983 a 2003, dirigió el Centro de Investigaciones Oncológicas de Heidelberg. Ya en 1984 había propuesto a laboratorios farmacéuticos trabajar en una vacuna, “pero pensaron que eso no sería rentable y contestaron que tenían problemas más urgentes”, contó.

Ricardo Gueglio –presidente de la Sociedad Argentina de Patologías del Tracto Genital Inferior y Colposcopía– precisó que “el papiloma virus interviene en el 99 por ciento de los cánceres de cuello de útero”. El HPV se trasmite sexualmente: “Más del 90 por ciento de las personas con actividad sexual estuvieron alguna vez en contacto con los subtipos de virus causantes de cáncer”, observó Gueglio. En la gran mayoría de los casos no se producen síntomas, pero en el mundo cada año hay 500.000 nuevos casos de cáncer de cuello de útero. Se previene mediante los estudios anuales de Papanicolaou y colposcopía.

Además, “ya hay en la Argentina dos vacunas contra el HPV: la cuadrivalente, norteamericana, protege contra cuatro subtipos, de los que dos pueden producir cáncer y los otros dos causan verrugas genitales benignas; la FDA de Estados Unidos la indica para chicas de 9 a 26 años que no hayan tenido contactos sexuales o que no se hayan infectado con HPV. Cada una de las tres dosis requeridas cuesta más de 900 pesos. La vacuna bivalente protege contra los mismos virus causantes de cáncer pero no contra los que producen verrugas benignas: la agencia de control europea la indica para mujeres de 9 a 45 años, hayan tenido o no la infección; cada una de las tres dosis cuesta casi 400 pesos”, contó Gueglio.