SOCIEDAD • SUBNOTA
Gustavo Palmieri *
“Centrar la atención en la edad de imputabilidad de los menores como principal eje de las políticas de seguridad no tiene coherencia. Es no responder a un problema que tiene que ver con otros causales, principalmente con la falta de políticas preventivas y con la falta de investigación judicial sobre las redes de violencia que tienen como víctimas a esos chicos. Por otro lado, la modificación de la edad de imputabilidad no es decisión de la provincia sino algo que se debe determinar a nivel nacional. Y la realidad es que Argentina está muy lejos de pensar en solucionar la situación penal de sus chicos y jóvenes. Si bien se aprobó la Ley integral de protección y promoción de los derechos del niño, es necesaria una ley penal juvenil con la que se complemente y con la que pueda funcionar correctamente. Así, lo único que se logró fue un vacío penal generando una confusión entre los chicos con problemas asistenciales y los que tienen causas penales que no modificó en nada la situación judicial de los chicos. Hay varios proyectos de ley de responsabilidad penal juvenil en el Congreso nacional, pero están trabados, así que hasta que no se avance en el tema, hablar de bajar la edad de imputabilidad es un despropósito.”
* Abogado del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Nora Schulman *
“La inseguridad es algo que preocupa y asusta a la gente. Por eso hay que trabajar en serio para dar soluciones y no responder esporádicamente ante hechos aislados. Medidas como la baja en la edad de imputabilidad sólo apuntan a calmar los ánimos de los habitantes, pero lo que consiguen es alentar el miedo. No hace más de 15 días, Unicef y la Secretaría Nacional de Niñez y Adolescencia presentaron un estudio que demuestra que la mayor cantidad de los delitos graves son cometidos por chicos mayores de 16 años, por ende está claro que no hace falta bajar la edad de imputabilidad. Lo que sí es necesario es implementar un buen sistema de políticas públicas preventivas que apunten a asegurar el cumplimiento de los derechos universales de esos pibes, que no permita que sean excluidos, que tengan educación, salud y alimentación. Y, por otro lado, en los casos en que sucedan los delitos, se necesita una buena ley penal juvenil que favorezca por encima de todo la rehabilitación y la recuperación de esos chicos. Bajar la edad de imputabilidad hace recordar al ‘efecto Blumberg’: lo único que conseguiría es llenar las cárceles de pibes.”
* Directora ejecutiva del Comité Argentino de la Convención internacional de los Derechos del Niño (Casacidn).
María del Carmen Verdú *
¿Cuánto hace que se viene hablando del tema de la imputabilidad? ¿Cambió en algo la situación? No. Si vamos a hablar de inseguridad, miremos en primer lugar quién y dónde se produce. Está demostrado que en Argentina no hay actividad delictiva –desde el crimen organizado hasta el raterismo– que no presente algún punto de conexión con el sistema represivo del Estado. Enormes cantidades de hechos relacionados con la inseguridad, cada vez más personalizada en las figuras de los jóvenes, tienen que ver con zonas liberadas por la policía, y hasta incluso tienen como protagonistas a miembros de esa fuerza. Los ‘escuadrones de la muerte’ matan sólo a los chicos que no roban para ellos. O sea que mientras generan el delito, atacan y castigan al más pequeño eslabón. El sistema penal actual afecta a todos los chicos ya que lo último que hace es proteger sus derechos, y menos de los chicos pobres. Los chicos de familias de más recursos tienen un excelente abogado y, en caso de internación, terminan en una clínica privada donde los tratan mejor que en su casa. El problema es de los menores pobres y la solución para eso está en la modificación del esquema social.”
* Abogada de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi).
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