La intervención del Banco Central en el mercado cambiario volvió a ser determinante para estabilizar el dólar. En las casas de cambio, la moneda estadounidense cerró a 1,70 para la compra y 1,80 para la venta. Pero en los bancos oficiales se colocó por debajo, a 1,65 peso. Esta diferencia se dio porque el Central vendió dólares –habrían sido 35 millones– a 1,60, con la condición de que los compradores los colocaran entre el público con una diferencia nunca superior a los cinco centavos. Ese es el motivo por el cual las entidades financieras públicas vendieron más barato que las casas de cambio. Sin embargo, la fila más larga, de casi dos cuadras, se dio en el Banco do Brasil, que expendió billetes verdes a 1,62. Con este panorama, a las casas de cambio les quedó como clientes aquellos que necesitan adquirir más de 1000 dólares. Ese es el tope que, por operación, ponen en los bancos estatales. Ayer, en el Banco Provincia vendieron 290 mil dólares y en el Ciudad, 1,4 millón. Hubo personas en la city que compraban de a 1000 en los bancos públicos (a 1,65) y vendían en las casas de cambio (a 1,70).