“Quedan solamente dos personas desaparecidas”, anunció ayer el subjefe de la policía de Salta, Mario Paz. De esa forma confirmó que otras seis personas, cuya desaparición se había denunciado, ya fueron encontradas por sus familiares. Una fuente del gobierno salteño le dijo a este diario que “para tener esa información hubo que publicar el nombre de todos los denunciados como desaparecidos y, de esa forma, en las últimas horas, los denunciantes se comunicaron con las oficinas gubernamentales para informar que ya habían retomado el contacto con sus seres queridos”. El vocero dijo que “la mayoría de las personas se habían autoevacuado y se refugiaron en una población vecina llamada Campamento Vespucio”.

El comisario Paz hizo saber que las dos personas desaparecidas son “dos mujeres llamadas Rosa Rivero Alfaro, de 73 años, y su hija Modesta Rivero, de 59. La denuncia sobre su desaparición fue hecha por vecinos en la comisaría 42ª de Tartagal. “De acuerdo con lo que dijeron los testigos presenciales, las dos mujeres estaban en el patio de su residencia cuando se produjo el alud. Una persona dijo que vio cómo la correntada, que hizo remolinos, se las llevó a las dos.”

Paz dijo que los bomberos y la División Canes de la policía provincial continúan las tareas de rastrillaje en toda la zona, desde el puente Tartagal, río abajo, y unos 40 kilómetros, río arriba. El subsecretario de Defensa Civil de Salta, Gustavo Paul, informó, además, que hay máquinas que están “retirando el lodo de las viviendas y de los alrededores”.

A la vez, continúa el plan de contingencia para abastecer de agua, mediante camiones cisternas, a hospitales, centros de salud, merenderos, asilos de ancianos y centros sociales. Las acciones son coordinadas con personal del Ejército Argentino para instalar en la zona afectada una planta potabilizadora de agua “de alta tecnología, que permitirá la producción de dos mil litros por hora”. El objetivo es “distribuir el agua a diferentes localidades del departamento San Martín para mitigar los efectos de una posible disminución en la capacidad de producción de agua potable de las fuentes regulares”.

También hizo declaraciones la ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, quien opinó que lo ocurrido en Tartagal es un “desastre” que “superó lo que puede ser una inundación”. Kirchner dijo que están trabajando “con toda la fuerza pero la premura supera toda organización, los víveres llegan al regimiento y de allí se distribuyen a los lugares donde se requieran”. La ministra se manifestó “sorprendida” por “las avenidas pavimentadas llenas de barro. No sé cómo explicarlo. Esto superó lo que puede ser una inundación. Ahora hay que trabajar, pero después tendremos que ver por qué pasó esto”.