El infectólogo Alfredo Seijo trabaja, desde hace más de treinta años, con las enfermedades que los animales transmiten a las personas. Se desempeña como jefe de Zoonosis del hospital Muñiz, en donde fue implementado, en 1997, el diagnóstico de la enfermedad. Aquí, los consejos para prevenir el dengue.

- ¿Hay que ponerse repelente? ¿Es preciso usar alguno en especial?

Todo lo que sea repelente de mosquitos sirve. Va a variar cada cuánto hay que usarlo, dado que las concentraciones o el tipo de repelente pueden ser distintos. Es importante tener en cuenta que no deben ser usados, la mayoría de ellos, en menores de 2 años, para ellos hay otras alternativas, que puede aconsejar el pediatra.

El repelente hay que usarlo cada tres, cuatro horas, porque se pierde el efecto, sobre todo si uno transpiró, se bañó, se lavó, todas situaciones que hacen que sea eliminado. Hay que ponerlo en todas las zonas del cuerpo que queden descubiertas, aun en las que menos uno sospecha posible de ser picado.

- ¿Los espirales son efectivos?

Usar espirales está bien, pero su efectividad también depende del ambiente. En el exterior pierde capacidad de repelente. En interior, si se trata de un ambiente sin corriente de viento, es utilizable.

- ¿Y sobre la ropa hay que aplicar repelente?

No, es difícil que teniendo ya en la piel se acerquen. Lo que sí conviene es usar pantalones largos en lugar de shorts de baño, camisas de manga larga, medias, todo lo que sea barrera.

- ¿Hay que evitar ir a parques y lugares abiertos porque es posible que tengan más mosquitos?

El mosquito del dengue es domiciliario y antropofílico. Tenemos que pensar que, como se alimenta exclusivamente de sangre humana, vive con el hombre. No tiene rangos de vuelos muy largos. Entonces generalmente está pegado al hombre, no va más allá de un radio de 100, 200 metros de los hogares. Y además busca lugares oscuros y con pequeñas colecciones de agua para hacer la cría, es decir, desovar para que allí se produzcan larvas que después se convierten en individuos adultos o alados. Por eso no son de estar en grandes extensiones de tierra deshabitadas. Puede haberlos, sí, pero si hay colecciones de agua, pequeños frascos y objetos que puedan juntar agua. El mayor problema lo tenemos dentro y alrededor del domicilio.

- ¿Sirven las fumigaciones al aire libre?

Las fumigaciones masivas sirven en determinadas situaciones. Por ejemplo, cuando aparecen casos de dengue y hay que bajar drásticamente la cantidad de mosquitos adultos, que se alimentan de sangre humana e inoculan el virus. Pero para que sirva es preciso fumigar con máquinas adecuadas y personal experto; deben ser fumigaciones repetidas en el tiempo, periódicamente, porque se pierde el efecto. Deben repetirse semanalmente, o cada diez días, dependiendo de la situación. Cuando se ha comprobado que hay pacientes con dengue, es recomendable fumigar dentro de la casa. Y es fundamental a la vez actuar sobre los criaderos, porque a los dos días, aunque estén muertos los mosquitos adultos, permanecen las larvas reproduciéndose. Existen también larvicidas de origen químico, que se pueden colocar en recipientes donde no es posible la fumigación. Los tanques de agua tienen que estar cerrados, eso es algo fundamental, pero en bebederos o lugares con animales que precisan agua, o lugares de la casa donde no es posible vaciar las colecciones de agua, se pueden usar larvicidas. Los hay no tóxicos y que pueden usarse para el agua de bebida. Los utiliza el Estado, y también se pueden comprar.

- ¿Es posible que la fumigación termine cortando el ciclo ecológico al eliminar a los depredadores naturales del mosquito del dengue?

Frente a una epidemia, esas cosas pierden vigencia. Aunque existiera un problema de esa naturaleza, que no existe, es preciso poner ambas cuestiones en la balanza.

- Si me pica un mosquito, ¿qué tengo que hacer?

En realidad el enfoque es distinto: si una persona tiene fiebre, dolores musculares y no tiene signos de resfriado, ahí sí hay un motivo válido de consulta. Porque el mosquito, y más tratándose del mosquito transmisor del dengue, generalmente no nos damos cuenta cuando pica: su picadura no produce inflamación o roncha como la de los demás mosquitos, y tampoco hace un sonido muy audible. Por eso en realidad no se trata de hacer una consulta por si hay una picadura de mosquito, sino por el cuadro clínico: fiebre, dolor muscular y dolor de cabeza sin un cuadro de resfrío que explique esa fiebre y que sea un cuadro agudo de comienzo reciente.

- Si tengo gripe, ¿corresponde la consulta?

El término gripe está mal usado, porque la gripe es una enfermedad producida por el virus de la influenza, que se caracteriza por secreciones respiratorias, mucosidad nasal, congestión de vías respiratorias, todos síntomas que el dengue no produce. Es decir, la ausencia de congestión de vías aéreas superiores es lo que lo diferencia al dengue del cuadro gripal o de las virosis respiratorias.

- Ante el dengue, ¿es más vulnerable alguien que se encuentra mal nutrido o está en peores condiciones de salud?

Todas las enfermedades infecciosas, cuando hay enfermedades previas o malnutrición, afectan más a las personas. Ahora, en el caso del dengue hemorrágico, lo que se ha visto es que se produce por un problema inmunológico: son anticuerpos que, ante una segunda infección por un serotipo distinto, los anticuerpos que son producto de la primera infección no solamente no son útiles para controlar esa segunda infección, sino que ponen en marcha un mecanismo que pueden llevar al dengue hemorrágico. En esto se ha visto que el dengue hemorrágico no necesariamente aparece en poblaciones mal nutridas. Hay que tenerlo en cuenta. Si bien la malnutrición empeora las infecciones, no hay respecto al dengue hemorrágico nada que demuestre que la malnutrición o un problema inmunológico que pueda traer consecuencias peores. De hecho, hay investigaciones que han observado que las poblaciones mejor nutridas han recibido más impacto, porque tienen mejor sistema inmunológico. Claro que, en líneas generales, cuando disminuye la calidad de vida, siempre golpea más.

- ¿La infección es instantánea, sucede apenas picó el mosquito?

Hay un período de incubación entre que inoculó el virus y se desata la enfermedad: son entre 5 y 7 días, con extremos de 10 días, pero generalmente es un período muy corto. Recién allí aparecen los primeros síntomas.

- ¿Las aspirinas están contraindicadas? ¿Y el paracetamol?

Aspirina aconsejamos que no, por el efecto que tiene sobre las plaquetas: produce agregación, por eso se utiliza en casos cardiovasculares. El dengue es una enfermedad en la que descienden las plaquetas. Lo más recomendable es tomar paracetamol o ibuprofeno. Por lo demás, ante un cuadro de estas características, es conveniente tomar abundante líquido, inclusive más de lo que pide la sensación de sed de la persona. Se debe forzar a tomar líquido aunque no tenga sed. Se ha visto que la ingesta abundante de líquidos no solamente mejora el cuadro, sino que ayuda a evitar una progresión grave del dengue. Lo recomendable es agua mineral, jugos de frutas, caldos salados. Lo que se busca es incorporar minerales, como el cloruro de sodio o el potasio que aportan las bebidas saladas y el jugo de naranja. Son muy eficientes las bebidas que usan los deportistas cuando han hecho ejercicio y han perdido líquido.

- Luego de sufrir dengue, ¿una persona queda inmunizada?

Queda inmunizada para toda la vida pero para ese serotipo. Si después va a una zona donde hay dengue de otro serotipo, sus anticuerpos no le sirven, y, al contrario, pueden ser la causa de un cuadro más severo.

- ¿Es posible salvarse del dengue hemorrágico?

Sí. El dengue hemorrágico bien atendido, a tiempo, con consulta precoz, tiene una mortalidad baja. Es un problema grave de salud pero no necesariamente es mortal.

- ¿Deja consecuencias?

No. El dengue, como otras enfermedades infecciosas agudas, no tiene términos medios: o se curó o tiene desenlace fatal. Pero en caso de curarse, no deja secuelas.