La Oficina de Violencia Doméstica funciona las 24 horas del día, los 365 días del año en Lavalle 1250, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tiene un plantel interdisciplinario de 85 profesionales. Abrió sus puertas el 15 de septiembre de 2008. Es una iniciativa pionera del Poder Judicial en toda América latina y cuenta con el apoyo técnico de Unicef, el Fondo de Naciones Unidas para la Mujer (Unifem) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (Pnud). La OVD brinda asesoramiento y orientación. La persona que se acerca al lugar es recibida por una unidad de profesionales integrada por abogada/o, psicóloga/o y trabajador/a social, que le realizan una entrevista. “Mientras se escucha el relato, en ese mismo momento se va labrando el acta que dará inicio, si la persona decide, a un proceso judicial, y se va confeccionando el informe acerca de la evaluación del riesgo en la cual se encuentra la persona. Además, si fuera necesario y también con el consentimiento de la persona, se procede a realizar un examen médico con el objeto de constatar las lesiones que pudiera presentar”, explicó a Página/12 Analía Monferrer, coordinadora de la OVD. En ese momento, salvo el caso de que se trate un hecho que pudiera llegar a configurar un delito de acción pública (y por el cual la OVD tiene la obligación de darle intervención al fuero penal), la persona decide la opción que le parezca más conveniente. Solo en el 7 por ciento de los casos, la persona -–la amplia mayoría son mujeres– decide no tomar ninguna decisión.