Rubén Carballo tiene 17 años y sigue luchando por su vida. El sábado 14 de noviembre estaba haciendo la cola para entrar en el campo de Vélez cuando se desató la represión. Sus amigos lo perdieron en el desbande, y al otro día lo encontraron debajo de la autopista Perito Moreno, con un tremendo golpe en el cráneo. Desde entonces está internado en el Centro Gallego, en coma cuatro.

Sus padres no tienen dudas: Rubén fue víctima de un golpe durante la represión policial. En reclamo del esclarecimiento del caso marcharán mañana junto a los familiares de Cromañón y para el viernes organizan su propio acto, junto a las víctimas de la represión en Vélez.

La Policía Federal dio una versión distinta del episodio: dijeron que el chico, al no poder entrar por la entrada principal, intentó descolgarse en el estadio desde la autopista, y desde allí cayó al piso. Rubén tenía su entrada en el bolsillo. Lo que no pudo explicar la policía fue la razón de tan violenta represión cuando, según todos los testigos, no hubo ningún problema ocasionado por el público. El caso es investigado por Asuntos Internos de la Federal y por el fiscal Eduardo Cubría.