Comenzaron a operar los equipos internacionales que, en Haití, están haciéndose cargo de prácticamente todas las funciones del Estado. En cuanto a lo más urgente, el rescate de las víctimas, más de mil socorristas ya operaban ayer en Puerto Príncipe y habían efectuado unas decenas de salvamentos. Médicos cubanos y suizos atendían en lo que queda de los hospitales de Puerto Príncipe, y continuaba trabajando el Hospital Reubicable argentino, el primero en prestar ayuda, que ya atendió a 1500 personas. La Misión de Estabilización de Naciones Unidas quedó a cargo de las funciones de policía. Llegaron también 5000 soldados de Estados Unidos, que tomaron control del aeropuerto y llegaron a bloquear la salida de ciudadanos de otros países.

Por lo menos 1067 rescatistas de 18 países, con 114 perros, procuraban ayer rescatar sobrevivientes en Puerto Príncipe, según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de Naciones Unidas. Entre ellos había estadounidenses, cubanos, venezolanos, belgas, rusos, suizos, mexicanos, franceses y dominicanos.

Cuarenta y cinco personas fueron rescatadas del Hotel Le Montana –la mayor parte, funcionarios internacionales–, luego de pasar 50 horas entre los escombros. Había unas 300 personas cuando el edificio se vino abajo y sólo cien pudieron salir. En otros puntos de la ciudad, 30 haitianos fueron rescatados por socorristas franceses. Ayer, todavía se escuchaban voces de sobrevivientes que pedían ayuda. En la escuela de enfermería, una de ellas siguió llorando bajo los escombros durante un día entero, según testigos, hasta que su voz cesó. Un representante de Bomberos Sin Fronteras advirtió anoche que todavía había “miles y miles de personas sepultadas con vida”, por lo cual “durante el fin de semana van a continuar los rescates”.

Dos hospitales de Puerto Príncipe funcionan atendidos por médicos cubanos y suizos. “Amputaciones es lo que más se ha hecho”, contó el cubano Orlando Frías. El Hospital Militar Reubicable Argentino atendió 850 casos en un solo día, y tuvo que hacer 85 cirugías de emergencia; está sobrepasado por la cantidad de heridos que son dejados en sus puertas.

Comenzó la recolección de cadáveres, pero las morgues fueron destruidas por el sismo o están repletas. 15.000 cuerpos ya fueron enterrados. Brasileños y dominicanos retiraban escombros y cadáveres con excavadoras y abrían camino en calles obstruidas por la demolición.

El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas empezó ayer a distribuir comida a 8000 personas, en 15 centros de distribución (ver recuadro), mientras miles de víctimas pasaron su tercera noche a la intemperie.

Cinco mil efectivos de la Minustah (Misión de Estabilización de Naciones Unidas en Haití) serán replegados desde distintos lugares del país a Puerto Príncipe para reforzar las tareas de orden público, a cargo de ese organismo internacional. Según sus voceros, la situación es “tensa pero está bajo control. En general, la gente actúa de manera muy digna y calmada. Puede ser que haya algunos saqueos pero hasta ahora las tropas de la Minustah consiguen mantener la seguridad”.

Los paracaidistas de la 82ª división aerotransportada de Estados Unidos se instalaron ayer en el aeropuerto. Hubo escenas de confusión e ira cuando quisieron controlar a una pequeña muchedumbre que intentaba abandonar el país. Incluso, inicialmente, se negaron a que diplomáticos de otros países condujeran a sus propios ciudadanos a aviones de rescate que ya esperaban en la pista. El canciller brasileño Celso Amorim se quejó por las dificultades que tienen los aviones brasileños para aterrizar en el aeropuerto controlado por las tropas norteamericanas. “Llamé a Hillary Clinton para resolver malentendidos”, dijo, y diplomáticamente comentó que “es natural” que aparezcan problemas debido al intenso tráfico aéreo. Estados Unidos envió ya 5000 hombres y elevará esta cantidad a 10.000 para el lunes. También mandó un portaaviones con 19 helicópteros.

Entretanto, el Hércules argentino que partió el jueves de Ezeiza no pudo llegar a Puerto Príncipe por la saturación del aeropuerto y fue derivado al aeropuerto de Samaná, en Santo Domingo, con la perspectiva de arribar mañana a la capital de Haití. Ayer partió otro vuelo con más ayuda.