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De acuerdo con las cifras difundidas por las cámaras empresarias, durante los saqueos de diciembre fueron afectados 256 comercios y las pérdidas habrían llegado a los 600 millones de dólares. A pesar de las sospechas, no hubo una investigación a fondo sobre los posibles instigadores. El juez federal Norberto Oyarbide dijo, en julio de este año, que “muchas personas” que declararon en la causa por el supuesto “complot” contra el ex presidente Fernando de la Rúa “admitieron haber sido incitados a cometer hechos de violencia aunque nadie dijo que fuera a cambio de dinero”. En la recorrida por los barrios afectados, muchos comerciantes y vecinos aseguraron que en los saqueos “hubo un guiño de la policía y de los punteros políticos, que sabían de antemano lo que iba a pasar”.
“Lo que pasó estuvo todo orquestado. Primero pasó un coche importado señalando los lugares donde había que saquear. Esto fue todo una gran maniobra política.” Juan Carlos, el vidriero de Ciudadela, afirma que “todos vieron lo que sucedió” en las siete cuadras de la avenida Gaona, donde sólo algunos negocios fueron asaltados. “Lo que habría que investigar es quién estuvo detrás de los saqueos. Desde mi negocio (en Gaona 4201) vi a dos o tres hombres con handy o con teléfono celular que daban las órdenes: vaya acá, vayan allá. Si nosotros lo vimos, por qué no los vio la policía”, fue el aporte que hizo Carlos, de la inmobiliaria Arrojo de Ciudadela. Vicente, propietario de una mueblería que está en la esquina de Gaona y Díaz Vélez, contó: “Cuando empezaron los saqueos había cuatro patrulleros estacionados detrás de mi negocio, medio escondidos, esperando. Un oficial me dijo directamente: ‘Quedate tranquilo que a vos, hoy, no te toca”. En Ciudadela, los vecinos aseguraron haber visto en “ubicaciones clave”, como si tuvieran dominio de la escena del crimen, a varios “punteros políticos” del intendente peronista de Tres de Febrero, el mítico Hugo Curto, ex dirigente de la legendaria Unión Obrera Metalúrgica de Lorenzo Miguel.
Fabiano Miguela, el comerciante de Lanús al que le arrasaron el negocio, es el único que habla bien de la policía, que se refiere a lo que pasó después del 19 y 20 de diciembre. Sobre ese día le quedan muchas dudas: “Todo estaba muy bien organizado. Yo tengo toda la grabación que hizo Crónica Televisión y se ve muy claramente a tres o cuatro vehículos que aparecen llevándose la mayoría de las cosas”. Según Miguela, “es posible identificar a esos vehículos, pero nunca se hizo ninguna investigación. A nadie le interesa saber cómo, por qué y quiénes fueron”. En cuanto a la actitud de la policía, los comerciantes más chicos saben bien lo que pasó: “Sus esfuerzos estuvieron orientados a salvar al hipermercado Coto. Al resto que los parta un rayo”, afirma Miguela. Lo mismo dijeron los comerciantes de Ciudadela. “El Coto que está al lado de la colectora del Acceso Oeste tenía guardia privada y refuerzo policial. A los demás, ni Dios nos ayudó.”