Jue 09.01.2003

SOCIEDAD • SUBNOTA

La pesquisa, orientada a las llamadas del entorno

El absurdo de un vello púbico como “pieza clave” en la investigación. Los nuevos datos en la hipótesis del vecino del country Carmel.

Por H.C. y R.K.

Más allá de datos, pericias y pistas que se tiran al ruedo, los principales investigadores del caso García Belsunce siguen concentrados en la línea principal: el asesinato, por razones pasionales y en menor medida económicas, con las sospechas puestas en el entorno de María Marta. Se habla de un vecino, Nicolás Pachelo, a quien efectivamente la Bonaerense está investigando, pero más bien se la considera una pista lanzada para desviar la pesquisa. Se mencionaron los estudios sobre vello púbico encontrado en un sillón, pero uno de los principales investigadores describió este tema como “una estupidez”. Lo concreto es que la pesquisa está orientada a estudiar las llamadas telefónicas de la víctima y su entorno y, sobre todo, a esperar que el fiscal se decida a detener o al menos llamar a indagatoria a los integrantes de la familia que, según todo lo indica, taparon el crimen: el marido de María Marta, Carlos Carrascosa, y el cuñado Guillermo Bártoli.
Tal como adelantó este diario, ayer tuvo repercusión nuevamente la hipótesis de que Pachelo, el sospechado vecino del country, haya tenido relación con el crimen. Por de pronto, apareció un mozo de la estación de servicio Esso de Pilar que afirma que Pachelo desayunó allí a las siete de la mañana del día siguiente del crimen y que le preguntó: “¿Sabés algo del asesinato de una mina en el country Carmel?”. A esa hora, obviamente, todavía se hablaba de un accidente en la bañadera, por lo cual se considera que ese diálogo incriminaría a Pachelo.
En diálogo con este diario, Pachelo argumentó: “Nunca me levanto antes de las nueve de la mañana, de manera que eso es un invento. Hoy (por ayer) fui a hablar con el mozo para preguntarle por qué mintió y él sólo me dijo que lo presionaron”. Lo concreto es que el mozo ya habría declarado ante el fiscal sosteniendo la versión. Contra Pachelo hay otros elementos: dice que salió del country a las 18.30 del domingo del crimen, pero esa salida no está registrada; aparece mezclado con un robo de palos de golf, aunque él asegura que le hicieron una cama; le adjudican sospechas en la muerte de su padre, que se suicidó, algo que el desmiente categóricamente y ya anunció que pedirá la exhumación del cuerpo para probar que fue un suicidio. La teoría que se lanza es que Pachelo entró a robar a lo de la familia García Belsunce y que, sorprendido por María Marta, la mató.
Algunos de los investigadores del caso sostienen que la pista Pachelo es alentada por la familia para desviar la atención y le dan poca credibilidad. También se tomó casi en forma risueña el anuncio de la pericia sobre vello púbico encontrado en el sillón que estaba cerca del baño en el que apareció María Marta. Estos son algunos de los argumentos:
- El sillón en el que se encontró el vello púbico fue secuestrado de la casa de los García Belsunce hace tres semanas, o sea casi dos meses después del asesinato.
- La autopsia no menciona ningún acceso carnal ni delito sexual previo al asesinato. Además, María Marta estaba vestida. De manera que el vello púbico no encaja en el escenario de la muerte.
- También se encontró cabello en la más que tardía revisión del sofá. Considerando la cantidad de gente que pasó por el velatorio –unas 200 personas–, será difícil probarle al dueño de la cabellera su relación con el asesinato.
- Por último, están las manchas de sangre en el sillón. Según le dijo a este diario uno de los técnicos que está haciendo el estudio, es casi imposible realizarle un ADN a las gotas encontradas ya que la muestra es escasa y está deteriorada por la limpieza que le hicieron.
Más allá de los fuegos de artificio, fuentes cercanas a la pericia le dijeron a este diario que hoy se terminará un análisis de las llamadas telefónicas y se sumaron varios testimonios de vecinos del country. Paraesta tarde está prevista una reunión de la cúpula de la investigación de la cual podrían salir resoluciones de importancia.
La sensación que existe es que permanentemente se lanzan versiones, pericias y pistas que tratan de aliviarle las presiones al fiscal Diego Molina Pico y sacar de la mira a la familia de la víctima. El fiscal sigue sin llamar a nadie de la familia a declarar, pese a la cantidad de pruebas que existen sobre la forma en que se tapó el crimen y a un hecho al menos llamativo que se produjo en los últimos días: el fiscal Juan Martín Romero Victorica y el juez Juan Mackintach, dos amigos íntimos de los García Belsunce, dijeron al unísono que la familia está ocultando las cosas.

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