“Lo que ocurrió es muy parecido al robo (en 1997) del Banco de Crédito de Callao y Las Heras, en Recoleta, donde también hicieron un túnel y trabajaron durante varios meses.” La abogada Nydia Zingman de Domínguez, profesora de Derecho en la UBA y con más de veinte años de experiencia asistiendo a damnificados por robos de cajas de seguridad, pronosticó que la batalla legal con el Bapro no será fácil. “Siempre dicen que van a escuchar los reclamos, pero luego se ponen duros y hay que ir a juicio. Eso pasó en todos los casos en los que intervine.”

“Los damnificados deben quedarse tranquilos y presentarse cuando puedan, no es necesario apurarse. Lo importante es que tengan en cuenta que ya hay jurisprudencia en este tipo de robos y que hay que reclamar por el daño material, el moral, el psicológico, el lucro cesante y que se reclama un interés por la demora del banco en pagar la indemnización. Todos los juicios se ganan”, anticipó Zingman. “Mis clientes siempre han cobrado el ciento por ciento o cuando menos el 80 por ciento, más los intereses, de lo que tenían depositado, de manera que no tienen que preocuparse.”

“Hay que presentar documentación sobre las joyas que tenían depositadas, si tienen recibos, fotografías o testigos, si recibieron alguna herencia o dinero por la venta de algún bien. Hay formas de probar lo que se tenía depositado. En febrero seguramente habrá una mediación, pero nunca se llega a un acuerdo y hay que iniciar el juicio.”