Desde Mar del Plata

El mar avanza sobre las costas del sur de Mar del Plata. Avanza tanto, que, según cuenta Manuel Regidor, director del Ente de Obras y Servicios Urbanos, el año pasado debieron reforzar algunas defensas costeras cerca de la Ruta 11, desde el faro hasta Miramar. “En algunos tramos como La Estafeta o Barranca de los Lobos, el mar había comido mucha tierra, al punto de hacer peligrar tramos de la ruta. Tuvimos que construir varios piedraplenes (refuerzos de piedra) para amurar el acantilado”, explica Regidor.

Este fenómeno de erosión y el reclamo constante de los vecinos y las sociedades de fomento de La Serena y Los Acantilados, los dos últimos grandes barrios del sur de Mar del Plata, sobre la Ruta 11, llevó a las autoridades bonaerenses a lanzar un plan de recuperación por más de 40 millones de pesos. En esta zona, según el registro que mantiene el ingeniero Roberto Sciarrone, a cargo del Departamento de Obras Marítimas local, se pierde un metro de playa por año. Hoy ninguna pasa los 25 metros, con bajamar.

Hace dos meses llegaron las perforadoras en el último tramo de los acantilados e hicieron un hueco sobre la tierra arcillosa, que permite que bajen los camiones con piedras para construir una primera escollera, la base para extender luego arrecifes paralelos a la playa. “Van a estar a 250 metros de la costa y se van a ver solo cuando baje la marea. La escollera es momentánea porque afectaría a las playas en sentido norte, a la zona de La Serena. Vamos a hacer siete rompeolas aislados y separados de la costa”, detalla Regidor. Esos arrecifes, que harán que las olas pierdan potencia antes de llegar a la orilla y se aminore el avance del mar, se complementarán con las 250 mil toneladas de arena traídas del dragado del puerto, que se aportarán para reforzar las playas de San Jacinto, La Serena, San Patricio, San Carlos, Costa Azul y Los Acantilados. En dos años debería estar ejecutada toda la obra y cuando llegue ese momento, según calcula Regidor, esas playas tendrán entre 50 y 70 metros de arena.

“En verdad, el proyecto original debía empezar en 2004 pero tuvimos algunas resistencias por parte de asociaciones de surfistas. Presentaron un recurso de amparo pero la Justicia no les dio la razón. Después reclamaron ante la Organización Provincial para el Desarrollo Sustentable y al final fue aprobada la obra”, resume el funcionario marplatense. Comenta además que la red de gas también llegará a la zona en cuatro o cinco meses, a través de un extenso gasoducto que viene desde el barrio Alfar, cerca del bosque Peralta Ramos.

“No tener playa –señala Regidor– afecta mucho a la población estable, no solo porque desvaloriza las casas. El que tiene un taller de herrería precisa una despensa para comprar alimentos pero, al no haber turismo, muchos negocios cierran durante el año, ni hablar de los alquileres que se perdieron en esta temporada.”

La erosión marítima no es la única responsable de la falta de playa: hace 20 años varias empresas sacaban arena de la zona sur, que por entonces tenía extensos médanos que bordeaban los acantilados y llegaban, por tramo, hasta la costa misma.

Desde hace 8 años, vecinos y comerciantes de la zona vienen cortando la Ruta 11 durante la temporada para reclamar esta obra. Llevaron sus quejas a la municipalidad e incluso a la Casa de Gobierno de la provincia, en La Plata.

La primera señal la recibieron en julio de 2003, cuando el entonces concejal Gustavo Pulti, hoy intendente de Mar del Plata, elaboró un proyecto para que se declare la “emergencia ambiental” en esas costas. Al año siguiente ya merodeaban posibles soluciones en la Comisión Mixta para la Defensa y Recuperación del Puerto del Concejo Deliberante local.

El proyecto definitivo involucra a los gobiernos nacional, bonaerense y municipal. El primero corre con los gastos, a través del Ministerio de Planificación Federal. La cartera de Infraestructura de la provincia inspecciona la obra, el Ente de Obras y Servicios Urbanos de Mar del Plata licitó el proyecto, que quedó en manos de una unión transitoria de dos empresas: Rizzo S.A. y Alpavial. La obra, que involucra un kilómetro y medio de playa, está en una fase de cálculos preliminares, que deberán ser aprobados luego por la Dirección de Hidráulica.