Entre tanta desolación provocada por las lluvias y los deslizamientos de tierra, hubo lugar para la esperanza. Un bebé de seis meses llamado Nicolás fue rescatado con vida tras permanecer cerca de 15 horas en medio del lodo y los escombros, protegido entre los brazos de su padre.

Los bomberos de Nova Friburgo retiraron primero al pequeño Nicolás, quien no lloró en ningún momento, aclararon. Unos 30 minutos más tarde, los rescatistas lograron sacar a su padre, Wellintgon, de 25 años, que jamás soltó de sus brazos a su hijo. En total, los bomberos tardaron unas cuatro horas para salvar al bebé y a su padre.

“Yo agradezco a Dios porque esto es un milagro”, manifestó emocionado el abuelo del bebé, Ademilson Guimaraes, en imágenes que reprodujo la red de televisión GloboNews. Esta conmovedora escena trajo un atisbo de esperanza a los habitantes de la región, totalmente devastada, que buscan familiares y conocidos entre los escombros y el barro. Ante el difícil acceso, todavía muchos barrios no pudieron ser inspeccionados por bomberos.