Al complejo de Las Termas se llega a través de la ruta provincial 34. Cuenta con 18 piletones que recogen el agua termal y la conservan a diferentes temperaturas. “Son completamente naturales”, dice con orgullo el intendente, Julio Serrano. Hasta 1988, cuando se levantó el complejo, sólo existían grandes pozos donde se concentraba el agua. Hasta ese año, el lugar era frecuentado por lugareños y turistas que llegaban a lomo de burro a pasar el día o a acampar junto al río. Según estimaciones de la Dirección de Turismo de Fiambalá, en los picos de temporada se concentran diariamente alrededor de 500 personas. El alud ocurrió durante la noche, por lo que sólo encontró en su camino a los 25 turistas que se albergaban en las cabañas y en una carpa montada en un pequeño descampado.
Fiambalá es la cabecera del distrito del mismo nombre, y la segunda en importancia dentro del departamento de Tinogasta. Se encuentra a 30 kilómetros al norte de esa ciudad, y a 300 kilómetros al oeste de la capital catamarqueña. Por Fiambalá pasa la ruta que deriva en el Paso de San Francisco que cruza la Cordillera hasta Chile. El distrito tiene unos 8700 habitantes, de los cuales 4800 viven en la ciudad. Las Termas y el turismo son las principales fuentes de ingreso de la localidad. Ayer, mientras empezaban a recuperarse del alud, los lugareños no lograban recordar un acontecimiento semejante.