“Es una persecución que no tiene límite. Ya tienen un inocente preso que es Carlos (Carrascosa) y ahora me quieren meter preso a mí.” Apenas pisó la vereda de los Tribunales, Guillermo Bártoli acaparó la atención de los movileros. A su lado, su esposa, Irene Hurtig, lo acompañaba y repetía: “Esto es una ejecución”.

“Cuando se hizo el primer juicio empezaba la gran ola de inseguridad que estamos viviendo hoy –aprovechó para explayarse Bártoli– y se necesitaba un culpable. ¿Y a quién eligieron? Al marido, que fue el primero que entró a la casa.” También aseguró que entraba a la audiencia “con las peores expectativas (...) seguramente me van a mandar a detener”, sostuvo, aunque su presunción no se cumplió. Y aseguró que “estoy con la verdad y me voy a defender”.

Luego de repetir varias veces “soy inocente”, consideró que el caso “estuvo mal investigado de entrada”. A su lado, Irene advirtió que el juicio “es una ejecución” y admitió sentirse “aterrada”. Después dijo a la platea de periodistas que los fiscales “armaron una bomba mediática” en torno del caso. “Estoy aterrada, vamos a una ejecución, no tenemos garantías, pero a mi marido no lo voy a dejar nunca, así que si pretenden ir contra él van a tener que ir conmigo también y contra toda mi familia”, dijo entre sollozos la mujer.

“Hoy estoy desesperada, porque vamos a un juicio donde ya están avisando que van a cambiar una carátula, nada más ni nada menos que homicidio, con pruebas que no son pruebas, y esas pruebas condenaron a mi cuñado, que hace dos años que está preso.”

Hurtig se quejó de que los fiscales “vienen anunciando hace días y días de una forma disparatada, inescrupulosa, que excede absolutamente sus funciones, que van a hacer lo mismo con mi marido, mi marido va por encubrimiento, cosa que no hizo por más que hayan llenado la cabeza de la gente”. “¿Cuántos juicios vamos a tener por mi hermana?”, planteó la mujer, y agregó que “esto viene ya de tiempo atrás, con fallos absolutamente fuera de derecho, con acusaciones delirantes que arrancan con (el fiscal Diego) Molina Pico”.

Respecto de la imputación contra su marido por presunto encubrimiento del homicidio en el juicio que ayer comenzó, señaló que “todo eso ha sido un merequetengue, más que nada de interpretar con absolutamente mala fe las cosas y no decir las cosas como fueron”.

Al terminar la audiencia, Bártoli, acompañado por su esposa y una columna de country boys, concluyó que “por poco faltaba que me acusaran de haber volteado las Torres Gemelas”.