El abogado Nelson Avila explica que el problema “es fácil” de entender: “la gente no quiere pagar y el artista quiere cobrar”. Representante de AADI, la Asociación Argentina de Intérpretes, es uno de los defensores del proyecto de canon. “Estoy del lado del más débil –explica–. Muchos artistas tienen cinco minutos de fama, la gente los aplaude y después mueren en la miseria.”

En el espíritu de la ley, dice, está la idea de “legalizar una actividad que hoy es ilegal”, puesto que el proyecto del canon habilitaría la posibilidad de hacer una copia privada. Se trata de “compensar un daño que vos, artista, tenés por una actividad que hace una persona y obtiene un lucro”.

–La copia privada no supone venta sino usar en distintos dispositivos un mismo producto. No necesariamente es piratería.

–Ese argumento es el mismo que pasó en todo el mundo: las empresas que producen y lucran con la venta no ponen la cara, mandan a los internautas porque los asustan con que aumenta el precio y demás. Pero es claro. Doy un ejemplo: un iPod Touch, el reproductor de mp3, sirve para almacenar música. En Argentina el derecho a reproducir, hacer una copia de un soporte, sea original o no, está prohibido. Entonces usar ese iPod es ilegal. Si quiero tener y usar uno acá, estoy siendo un delincuente, porque lo voy a comprar para ponerle música. Es que la tecnología, a las discográficas, las pasó por encima: ahora es posible comprar un disco y tenerlo en tu estudio, tu casa, tu quinta, tu auto; no necesitás comprar un disco para cada lugar, podés copiarlo. Es la muerte de la industria.

–¿Cómo plantean las entidades distribuir el dinero del canon entre los artistas?

–De muchas formas. En principio, un porcentaje iría a fines sociales de intérpretes y autores.

–¿Una suerte de mutual?

–Algo así. El 20 por ciento con fines sociales, fomento y promoción. El 80 por ciento restante de acuerdo a principios específicos y concretos, como venta de discos y difusión.

–¿Los artistas más difundidos recibirían más de ese canon que los menos difundidos?

–Exacto. Y el que más vende también. Ese artista tiene que tener más, porque si vendió más y se sigue escuchando, basta unir las dos puntas para entender que es el que más se reprodujo. Pero ojo, a la gente le dicen que un producto se encarece y no entiende.