La relatora de la CIDH, Luz Patricia Mejía, señaló que las consecuencias de los abortos “mal practicados” afectan fundamentalmente a “las mujeres pobres”. Las que tienen recursos, diferenció, acceden a clínicas donde pueden tener un aborto seguro. “Está claramente documentado que quien sufre el impacto físico, psíquico y moral es la mujer y, sobre todo, la que es pobre”, agregó, al responder preguntas. Y precisó que las muertes por abortos clandestinos son la principal causa de mortalidad materna en la región, según datos de la Cepal y la ONU.

En ese sentido, señaló que “el Estado debe analizar todas las leyes que puedan tener impacto en el ejercicio de los derechos humanos en general y en particular sobre la salud de las mujeres”. Así se manifestó Mejía durante su exposición en la Cámara de Diputados, en la Comisión de Legislación Penal.