Rafael Sotoca, quien se encuentra aquí encabezando una misión humanitaria de la organización Médicos Sin Fronteras, le recomendó al gobernador Carlos Reutemann que desechara la idea de instalar en carpas a unas 20.000 personas, muchas de ellas niños, que se quedarán sin vivienda dado el alto grado de deterioro que las mismas sufrieron como consecuencia de la gran inundación. Liliana Pérez, de Médicos del Mundo, que también colabora con las autoridades en medidas tendientes a fijar un plan de asistencia a los afectados, opinó que la opción de las carpas debe ser “en todo caso la última” y en términos similares se manifestaron representantes de la filial Santa Fe de la Cruz Roja. Sin embargo, funcionarios intermedios de la administración policial anunciaron que hay un plan piloto montado, nada menos que en las cercanías del Hospital de Niños, una zona altamente contaminada.
Además de cuestionar el tema de las carpas “por las bajas temperaturas en esta época del año y el peligro de no poder garantizar la higiene”, Andrea Maschiol, de Médicos Sin Fronteras, dijo que durante las recorridas realizadas por el grupo en los últimos siete días, además de una veintena de casos de hepatitis “A” reconocidos por el gobierno, también se detectaron casos de leptospirosis. “Hay tres casos confirmados y otros diez sospechosos”, precisó Maschiol en diálogo con Página/12. El Centro Operativo de Salud de Santa Fe confirmó un solo caso, a través del director de Zoonosis, Ubaldo Martín.
El español Sotoca y la rosarina Maschiol dijeron que durante las recorridas se advierte “como una clara señal de alerta frente al peligro de infecciones” que están demoradas las tareas de recolección de residuos. Respecto de las carpas, Maschiol precisó que “no es una buena alternativa, teniendo en cuenta que se trata de una emergencia que puede durar hasta seis meses”. Opinó que existen otras alternativas mejores, como reacondicionar algunos centros de evacuados, incluyendo el edificio de la vieja estación ferroviaria.
Médicos Sin Fronteras consideró que es necesario buscar “una solución más acorde para los que perdieron sus casas y esa solución tiene que comenzar a producirse ahora mismo, porque de lo contrario el tiempo pasa y lo que ocurrió se convierte en una crisis olvidada”. Una estimación oficial señaló que en el sector de la ciudad de Santa Fe que quedó bajo las aguas se juntaron “20 millones de metros cúbicos”. La estimación comprende sólo al líquido que estaba cuando se terminó de cerrar el anillo de la defensa oeste de la ciudad. Esto indica que el aluvión, que llevado a litros significa un total de 20.000 millones, fue mucho más grande y alcanzó niveles que superan los registros históricos. El agua sigue sin bajar del todo en distintos barrios.