Nadie tiene derecho a pegarte. Nadie tiene derecho a abandonarte. Ni derecho a oponerse a tus elecciones de vida. Nadie tiene derecho a abusar de vos. Nadie tiene derecho a maltratarte, ni siquiera de palabra. No es difícil llegar a acuerdos con tus viejos: sólo hay que intentarlo. Si tus viejos no entienden, es fácil recurrir a quienes deben proteger tus derechos. Es obligación del Estado escucharte. Si no aceptan tu sexualidad. Si rechazan al novio que elegiste. Si te pegan a vos. O si ves cómo tu viejo le pega a tu vieja. Siempre hay alguien que va a escucharte. Es responsabilidad del Estado y, esencialmente, que te escuchen es tu derecho. Por ahí se te ocurre irte a la calle. Pero la calle nunca es un buen lugar. Antes de irte llamá al 142.

El 142 es el número del Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas. A ese número puede llamar cualquiera. Habitualmente llaman los padres cuando no encuentran a alguno de sus hijos, pero si llamara un adolescente, un chiquito o una chiquita, le diríamos que tiene derechos.

En lo que va del 2012 el Registro, que depende de la Secretaría de Derechos Humanos, recibió 3940 denuncias de búsqueda de paradero. De ellas, el 83,5 por ciento representa abandonos voluntarios de domicilio que hacen niños, niñas y adolescentes, sobre todo mujeres. Las razones de estos abandonos voluntarios siempre se relacionan con maltrato infantil intrafamiliar. Sin embargo, esta realidad está tapada por mitos.

Un mito dice que los maltratadores de chicos son siempre los pobres. Y que el fenómeno se acentúa si esos pobres viven hacinados en espacios pequeños. Falso. El maltrato infantil atraviesa todas las clases sociales, aun las acomodadas.

Otro mito dice que padres y madres biológicos no maltratan. Que los maltratadores son siempre padrastros o madrastras y que no pueden existir al mismo tiempo amor y maltrato. Error. Padres y madres biológicos también pegan, abandonan y abusan del “poder” que les confiere su rol. Y al mismo tiempo aman.

Un tercer mito habla de la escasa frecuencia de situaciones de maltrato para con los chicos. No es cierto. A la luz del 83 por ciento de abandonos, los casos de maltrato no son escasos ni infrecuentes.

Otro mito establece que existen graves patologías psiquiátricas en madres y padres maltratadores. Equivocado. Sujetos con plena normalidad para desarrollar su vida, en la intimidad del hogar hacen gala de mucha perversidad al tratar a sus hijos. Educar a los golpes está naturalizado como forma de trato cotidiano. Y ahí se instala.

Por último, es un mito que la historia se repetirá. Que los maltratados en la infancia serán maltratadores en la adultez. Si así fuera, no habría lugar para cambiar las cosas. No quedarían resquicios para actuar. Las relaciones entre padres e hijos estarían signadas por lo inevitable.

Para profundizar el análisis de la relación entre el maltrato y la mal llamada “fuga de hogar”, una expresión que le da al abandono de la casa una connotación penal que no tiene, el Registro organizó un encuentro que comienza mañana y termina el miércoles en el Centro Cultural Haroldo Conti (de la ex ESMA). La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, abrirá las jornadas. Participará el secretario de Niñez, Gabriel Lerner. El senador Aníbal Fernández hablará de las herramientas para erradicar la violencia y el abuso de poder en el grupo familiar. El experto en derecho a la información Damián Loreti explicará el derecho a la intimidad de niños, niñas y adolescentes en los medios de comunicación. El juez de la Casación Penal Alejandro Slokar disertará sobre la criminalización de la niñez. La directora de Protección Integral de la Secretaría de Niñez, Marisa Graham, reflexionará sobre la violencia y la crueldad contra los chicos. El coordinador del programa “Infancia y Cultura” Diego Ginestra dirá por qué infancia y cultura son una alianza inevitable. Nora Schulman, directora de Casación, subrayará el compromiso institucional respecto del cumplimiento de la Convención de los Derechos del Niño. Y el economista Bernardo Kliksberg explicará cómo afectan a la infancia la pobreza y la exclusión. Después de las exposiciones, los inscriptos trabajarán en talleres para idear caminos de intervención cada vez más eficaces. El objetivo es que los chicos no se vayan de su casa. Y, obviamente, que dejen de ser maltratados.

* Coordinadora nacional del Registro Nacional de Información de Personas Menores Extraviadas de la Secretaría de DD. HH.

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