El ex gobernador de Santiago del Estero, esposo de “Nina” Aragonés -actual mandataria–, y mandamás de su provincia, Carlos Juárez, se reunió ayer con el ministro del Interior, Aníbal Fernández. La idea era obvia: conversar sobre el escándalo del doble crimen de La Dársena, en la que quedó envuelto el gobierno familiar juarista. Fernández viene monitoreando la situación santiagueña desde que los crímenes de Leyla Bshier Nazar y Patricia Villalba trasladaron a la provincia los ecos del caso María Soledad Morales. “El Gobierno no analiza la posibilidad de una intervención federal”, aseguró una fuente ministerial.
Juárez estuvo acompañado por el ex senador santiagueño Luis Salim. Según voceros del Ministerio, el encuentro forma parte del seguimiento del caso, a través de contactos y reuniones que viene haciendo Fernández con diferentes sectores políticos. “Fernández ya se reunió con representantes del PJ de la provincia, con el referente radical José Zavalía y con representantes del ARI. También ya se reunió con familiares de las víctimas”. Según versiones que circularon ayer, del lado de Juárez la estrategia habría sido reunirse con el presidente Néstor Kirchner. De ser cierta la versión, a Juárez le hicieron una verónica. Pero la versión fue terminantemente desmentida desde la Casa Rosada. “Juárez pidió sólo una entrevista con Fernández. Kirchner no recibió ningún pedido y, además, tenía la agenda cubierta”.