“Tenemos 720 análisis de carga viral paralizados por falta de reactivos”, reveló Horacio Salomón, director del Centro Nacional de Referencia para el Sida de la Universidad de Buenos Aires. El Centro no recibe insumos desde el 1º de enero, cuando, debido a la devaluación, sus proveedores empezaron a exigir pago contra entrega a valor dólar.
“Hasta el 24 de enero utilizamos kits que teníamos para usar en investigación, pero ese día se terminaron”, cuenta Salomón. La UBA tiene un convenio con el Ministerio de Salud por el cual éste le paga 155 pesos por cada estudio. “Pero, actualmente, sólo el costo de los reactivos estaría en 240 pesos, y su valor en el futuro próximo es impredecible”, señala el investigador.
En realidad, “todos los trabajos del laboratorio están semiparalizados, porque todos los insumos son importados, excepto algunas pipetas de vidrio. Hasta las jeringas para sacar sangre hay que importarlas, lo cual muestra lo dependientes que somos en insumos de laboratorio”, deplora Salomón y comenta que “todos esos reactivos, por supuesto, podrían desarrollarse en la Argentina”.