El estudio presentó una serie de recomendaciones para que los adultos acompañen a los chicos en su uso de Internet. “Todo lo que subimos a Internet es de dominio público” y también “es muy difícil de borrar”, porque a fin de cuentas todo el material queda en alguna memoria, puede ser compartido o bajado y, aun, quedar circulando aunque haya sido borrado por quien originalmente lo compartió. Los chicos, acota el trabajo, también deben ser sensibilizados acerca de que el “bullying es una forma de violencia” con características específicas y de más largo plazo (por su permanencia, público y posibilidad de anonimato del agresor). También en la web, además, los especialistas recomiendan hacer valer el viejo consejo de que los niños no hablen con desconocidos: ni por chat ni encontrándose personalmente con personas a quienes sólo conocen por la web. Finalmente, el estudio brinda cinco recomendaciones generales: que la habitación de los chicos no esté “equipada con tecnología”; “ubicar las pantallas en un espacio compartido”, donde siempre alguien más pueda ver por dónde navega o con quién intercambia el chico; “encontrar un momento para navegar juntos” niños y adultos, como en familia; “dialogar sobre los usos que hace de Internet” el chico y “construir entre todos un código familiar de Internet” como reglas compartidas.