“¿Cómo me afectó a mí la noticia? Hay gente que se pone contenta; yo no me pongo contento con la desgracia de nadie, por más que sé que es totalmente culpable y se tiene que pudrir en la cárcel. No le deseo la muerte a nadie, ni al que se la merezca”, explicó a este diario Luis Padilla, sobreviviente de Cromañón. Hubiera preferido que Chabán no muriera, agrega: “Me hubiera gustado que esté vivo y lo pague en vida”. “La mayoría te puede llegar a decir que quiere que se pudra en la cárcel, te va a decir qué bueno que se murió. Para mí, tenía que pudrirse en la cárcel.”

Padilla conoció la novedad en la Legislatura, donde participaba del simposio sobre tragedias evitables. “Estaba presenciando una de las exposiciones y empezaron a sonar los celulares, nos dieron la noticia. Se dijo enfrente de todos y lo escuchamos todos”, recordó. La muerte de quien fuera, entre otras cosas, gerenciador de Cromañón, no cambiará las cosas para sobrevivientes y familiares, reflexionó el joven que cuando sucedió la tragedia tenía 16 años. Sin embargo, la noticia sí “revive el tema Cromañón”. “Yo colaboro con la ONG Familias por la Vida, que organiza el simposio, y creo que los medios no nos prestaron tanta atención a eso como esperábamos. Con esto empezaron a llamar. Creo que no tendría que pasar algo así para que sea noticia de vuelta o para que se enteren.”