El libro La iniciación sexual (Longseller), de la médica María Eugenia Escobar de Fernández, trata de desmontar los mitos que persisten en relación con iniciación sexual. Uno de ellos es que no hace falta hablar de sexo con los hijos: “Que se ocupen en la escuela, ellos están mejor preparados para enseñar”. En ese sentido, Escobar dice que “el rol de la familia en la educación sexual de los hijos es fundamental e indelegable”. “La tarea docente se dificulta mucho cuando desde la familia no hay un claro apoyo y un trabajo mancomunado en una misma dirección. En el área de sexualidad, hay un conocimiento general que idealmente debieran tener todas las personas, y la familia y la escuela se presentan en esta sociedad como una conjunción sumamente productiva”, explica.

Especialistas en sexualidad coinciden en que cuanta más información se tiene, más tarde es el inicio de la actividad sexual. Y como correlato de ello, cuanto más temprana es la iniciación, menor es la edad del primer embarazo. “Enseñar, entre otras cosas, acerca del cepillado dental, la ventaja de las vacunas, la importancia de la buena nutrición y del deporte, debe ir acompañado de la prevención en salud reproductiva. Hablar de sexualidad no implica referirse exclusivamente al inicio sexual o al ejercicio de la genitalidad, sino que debiera incluir la prevención de abuso sexual y maltrato, de violencia, de adicciones, como el alcohol, el tabaco o las drogas”, dice Escobar, en sintonía con lo que prevé la Ley de Educación Sexual Integral.