SOCIEDAD
• SUBNOTA › EL DEBATE SOBRE QUIENES PUEDEN HACER ACUPUNTURA
Una batalla por las agujas
› Por Mariana Carbajal
La acupuntura está en el país hace más de cincuenta años. Pero hace dos es centro de una batalla silenciosa. La pelea es para conseguir la autorización oficial para practicarla y se desató a partir de septiembre de 2001 cuando las autoridades sanitarias calificaron a la acupuntura como un “acto médico”. Así, otros profesionales con conocimientos valiosos en la materia quedaron en una situación espinosa. Según la resolución 996/01 del Ministerio de Salud, los únicos autorizados actualmente a hacer acupuntura son los médicos.
La entrega del monopolio de la acupuntura a la corporación médica se firmó durante la gestión del ex ministro delarruista Héctor Lombardo. En aquel momento, hacía varios años que la Confederación de Kinesiólogos y Fisioterapeutas de la República Argentina venía reclamando un reconocimiento oficial para practicarla. “Pero fuimos excluidos a pesar de contar muchos de nosotros con años de experiencia y extensa capacitación en el ejercicio de la acupuntura, particularmente para el tratamiento del dolor”, observó un kinesiólogo que prefirió mantener su nombre en reserva.
En respuesta a la resolución ministerial, el Colegio de Acupuntores y Naturópatas y otras asociaciones que agrupan a terapeutas que no han pasado por la Facultad de Medicina en la Argentina presentaron un recurso de amparo alegando que se les estaba coartando la libertad de trabajar. “La orden judicial vigente es no perseguir a los no médicos por práctica ilegal de la medicina”, informó un funcionario del Ministerio de Salud que tiene en sus manos los expedientes abiertos por esta cuestión. “Nos interesa definir los alcances de la práctica de la acupuntura. Queremos resolver esta cuestión pero extenderla a otras profesiones es materia de estudio. Hay que tener en cuenta las currículas, la capacitación. Nos preocupan las habilidades y las competencias que tienen las personas que la ejercen. No podemos poner en riesgo la vida de la gente”, señaló la misma fuente oficial.
Para Samuel Aisemberg, presidente de la Sociedad Argentina de Acupuntura, una entidad que agrupa exclusivamente a médicos, sólo ellos deben estar habilitados a practicarla: “Requiere de diagnóstico previo y evaluar si es adecuado aplicar esta técnica”. Los kinesiólogos alegan que también han pasado por la Facultad de Medicina y, por tanto, también tienen la preparación para estudiar acupuntura y aplicarla. En esta pelea, cada parte aporta ejemplos a nivel mundial para apoyar sus posiciones: En Israel es un acto médico; en Canadá es practicada por licenciados en acupuntura que estudian 5 años sin necesidad de título médico; en Cuba está abierta a todos los profesionales de la salud que hagan un curso de formación de dos años como enfermeras, psicólogos, kinesiólogos y médicos; en la India es independiente de la medicina alopática y se rige por legislación independiente y la formación se realiza en institutos de naturopatías; en España y Estados Unidos los naturópatas tienen que pasar por una certificación muy severa para practicarla.
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