SOCIEDAD • SUBNOTA › MARTIN MADURI, EL PRIMER EGRESADO
› Por Carlos Rodríguez
“Que yo esté hoy en una universidad, hablando con vos de mi título universitario, ya es una revolución, una revolución colectiva de los que estamos en el Cusam y de la Universidad de San Martín.” Martín Maduri es el primer egresado de la carrera de Sociología del Cusam y es eterno su agradecimiento a las autoridades de la Unsam “por haber creído que valía la pena meterse en la cárcel a enseñar esta carrera”. Maduri dice que es “un hijo de los 90, del capitalismo salvaje que se llevó puesta a la industria y que expulsó del sistema a miles de familias y de jóvenes, mientras otros andaban en camionetas 4x4 que valían 200 mil dólares”.
Asegura que el Cusam los salvó “de una historia que me había dado el lugar de morirme joven en la calle, bajo las balas policiales o apuñalado en una cárcel”. En un marco de privación de libertad, sin futuro, “la experiencia de poder estudiar en el encierro me cambió la vida, me transformó porque la carrera de Sociología me permitió deconstruirme y volver a construirme como sujeto”.
Maduri se recibió luego de presentar su tesis titulada “Sin berretines. Sociabilidad y movilidad intramuros. Una mirada etnográfica al interior de la prisión”. El trabajo fue calificado con un diez por el director de la carrera, Nicolás Diana Menéndez, y el doctor en Antropología Alejandro Isla (Flacso-Conicet), invitado como jurado externo. La pregunta que rondaba en la cabeza de Maduri y que lo llevó a la tesis fue la siguiente: ¿Por qué razón un joven que entra a los 18 al sistema penitenciario sale cinco años después totalmente cambiado? Cambiado para mal, porque el régimen penitenciario “está muy lejos de ser ese sistema readaptativo por cuyo fin la criminología positivista lo sigue sosteniendo, sin admitir que el tratamiento que reciben los internos vulnera a la persona”. Las estadísticas son contundentes, dado que señalan que “el 78 por ciento de las personas privadas de su libertad salen de prisión y reinciden en el delito”.
Maduri, que tiene 39 años, está detenido desde los 18 y antes de fin de años va a salir en libertad. Es el primer egresado de la carrera de Sociología, pero este año se espera que se reciban otros cinco estudiantes. El sociólogo nació y vivió en Villa Corea, un barrio de José León Suárez cercano a la Unidad 48 del Servicio Penitenciario Bonaerense en la que se produjo su charla con Página/12.
“Admito que al principio empecé a estudiar para matar el tiempo, pero después supe que tenía la responsabilidad de aprovechar para restituir un derecho básico que me habían negado: el de la educación”, afirma Maduri. Desde niño escuchó que a sus padres “los había matado la policía y supuse que también me podían matar a mí”. Desde los 14 años estuvo en conflicto con la ley, y desde los 18 está en prisión.
Hoy dice que “al que delinque, al que está fuera de las normas, la sociología lo considera un amoral y para eso se lo encierra, para tratarlo y sacarle esa amoralidad, pero la cárcel es amoral porque adentro se jerarquiza conforme a la gravedad del delito: el que robó un banco está por encima del que robó un auto y el que andaba ‘de metra’ es superior al que andaba con una 22”.
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