El caso de Josefina Vilumbrales se hizo público cuando el 17 de febrero pasado la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) autorizó la importación de aceite de cannabis para ella y cuatro pacientes que sufren de epilepsia refractaria. “Descubrirlo nos cambió la vida”, sostuvo María Laura Alasi, su mamá. Durante la conferencia de prensa, Alasi contó que “fueron muchos los prejuicios propios y ajenos con los que se fueron topando”, sin embargo, “el cambio drástico en la calidad de vida de Josefina los derribó a todos”.

La madre de la niña también relató que antes de conseguir el aceite que redujo las convulsiones de Josefina, los médicos probaron con una batería de medicamentos que no daban resultados. “Recibo muchos mensajes de padres que están en situaciones similares y resulta desesperante que en muchos casos las familias no puedan acceder a estos productos”, contó la mujer.

A partir de casos como el de Josefina y por la creciente demanda de la planta de marihuana para uso medicinal, el intendente de General La Madrid, Martín Randazzo, puso en marcha un proyecto en conjunto con la Universidad de La Plata y el Conicet para la producción y distribución del extracto de la planta para su uso terapéutico.