“Yo no tengo voluntad de esconder nada”, admite Ziampris, el secretario de Turismo de Gesell. “Acá no hay multinacionales, son empresas familiares que no pueden trabajar con los indicadores del Indec: acá subieron los insumos, los servicios, la pintura, el gas. Todo está carísimo.”
Es verdad. En toda la costa, y cada municipio a su modo, se remarcaron los precios. Los precios están entre un 10 y un 20 por ciento más altos que el año pasado. “Pero no nos olvidemos –dice ahora Donsini, de Mar del Plata– que el año pasado los alquileres estaban muy baratos.” Este año, los lugares están un promedio de un 20 por ciento más alto. Los valores que estaban 1500 pesos pasaron a 1850.
- En Villa Gesell, los aumentos golpearon con más fuerza a los lugares destinados a los sectores medio-altos. Las casas más importantes aumentaron un 30 por ciento. La franja de casas chicas y los hoteles de una y dos estrellas tuvieron un aumento de 10 por ciento. Los precios de esparcimiento y gastronomía no subieron. Según la información de la municipalidad local, los precios están publicados en el sitio oficial y no podrían modificarse.
- En Mar del Plata, los aumentos son de un 20 por ciento en los alquileres. El aumento en propiedades que el año pasado estaban a 1500 pesos en enero ahora se alquilan por 1850. Las sombrillas subieron entre un 15 y 20 por ciento, el precio del alojamiento en los hoteles aumentó 20 por ciento y en los de cinco estrellas el aumento tocó un techo de 25 por ciento. El campo de la gastronomía, en tanto, no tuvo aumentos significativos, excepto los productos de exportación como el pulpo.
- En Pinamar, los aumentos en los alquileres subieron entre 10 y 20 por ciento. También aumento la gastronomía entre 10 y 20 por ciento. El abanico de ofertas de restaurantes es amplio: existen ofertas en tenedores libres por 10 pesos y propuestas de 45 pesos en locales más exquisitos.