SOCIEDAD
• SUBNOTA › LA COMUNICACION TODAVIA ES LENTA
El Spirit habló
La NASA comenzó a experimentar una sensación de alivio. Después de que el robot espacial Spirit quedó en silencio por casi dos días, las comunicaciones con Marte se reanudaron ayer, aunque “a una muy baja velocidad”, según definió a Página/12 Mario Acuña, el científico argentino que trabaja en la NASA desde 1967. “El robot transmite información sólo a 14 bits por segundo, cuando en la Tierra hablamos normalmente a tres mil bits por segundo”, graficó el investigador. Los científicos aún no conocen con certeza los motivos del desperfecto ya que “se encuentran en plena etapa de diagnóstico”, pero tienen fuertes sospechas de que “no quedará en óptimas condiciones”, informó.
La interrupción en las comunicaciones con el robot colmó de tensión el miércoles último a la central espacial, que trabaja en esta misión a Marte desde hace cinco años con el objetivo de revelar “la historia y existencia actual de agua”, explicó Acuña. Pero ayer la NASA logró la primera señal, de 10 minutos, a las 11 de la mañana, hora argentina, cuando la estación ubicada en Robledo de Chavela (España), cerca de Madrid, alcanzó una conexión mediante su red de comunicaciones “Deep Space Network”. La señal duró unos 90 minutos después del despertar del robot, que se encuentra en Marte desde el 3 de enero, con el comienzo de un nuevo día en el planeta rojo, según informó el Jet Propulsion Laboratory.
Una hora después se estableció otra comunicación, de 20 minutos, a 120 bits por segundo, en la que “respondió a los comandos”, señaló Acuña. Luego continuó otorgando “información auxiliar” que sólo consiste “en el estado de salud general”, amplió. Es que, según indicó el principal investigador del satélite Mars Global Surveyor, “estas naves tienen un sistema de protección autónomo y cuando tienen un desperfecto continúan funcionando con un consumo mínimo de potencia”.
En la NASA barajan la posibilidad de que el robot “MER-A” haya sufrido problemas en su software o con sus bancos de datos internos, lo que provocó que el Spirit deje de enviar información por casi dos días.
Expertos de la central espacial aseguraron ayer que de ser éste el inconveniente, podría ser solucionado desde la distancia, a diferencia de un problema técnico. De todos modos, Acuña aclaró que los investigadores “se encuentran en la etapa de diagnóstico, porque todavía no hay una explicación del todo clara”. Y según adelantó, “tardarán varias horas hasta vaciar la memoria del robot y conocer el desperfecto con exactitud”, debido a la baja velocidad de transmisión.
“Ahora estamos un poquito más aliviados”, aunque “hay momentos en los que no podemos transmitir por la posición de Marte respecto de la Tierra, ya que tiene que estar en línea directa”, afirmó el científico desde el centro Goddard, el más grande de la NASA dedicado a Vuelos Espaciales, ubicado en Greenbelt, en las afueras de Washington.
En tanto, el robot mellizo del Spirit, el Opportunity, continúa acercándose a Marte. Está previsto que pise el planeta rojo mañana a la madrugada. Tras un viaje de siete meses, el nuevo robot debe amartizar en otra parte de Marte, en una zona conocida como “Meridiani Planum”, donde deberá buscar agua. Como señal de esta existencia, el Spirit encontró una importante cantidad de olivina en el suelo, un mineral que necesita agua para formarse.
La misión del robot había empezado con resultados óptimos, aunque los primeros 20 minutos después del amartizaje fueron eternos para los científicos de la misión ya que durante ese lapso, el Spirit quedó mudo. Es que su llegada a suelo marciano fue más que brusca: se redujo una velocidad de 18 mil kilómetros por hora a cero en solo seis minutos. Para soportar el amartizaje, el robot estuvo acompañado de sus “airbags”, una suerte de globos que amortiguaron la llegada. Luego de esa primera interrupción en el amartizaje, se reanudó la comunicación exitosamente y sobrevinieron los festejos.
Sin embargo, en el décimo octavo día de su expedición, los problemas reaparecieron. Y aunque Acuña no dudó en afirmar que hay posibilidades desolucionar el inconveniente, la falta de certeza deja un manto de incertidumbre.
Informe: Maricel Seeger.
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