La jueza Elizabeth Butler–Sloss acompañó su fallo sobre el caso de “Miss B” con una guía orientativa “para el caso de que una situación similar pudiese plantearse otra vez”. He aquí algunos criterios:
- “Si un paciente elige rechazar el tratamiento, esa decisión debe ser respetada por los médicos. Es irrelevante toda consideración en cuanto a que, por los mejores intereses del paciente, debería aceptarlo.”
- “Si hubiera dudas acerca de la capacidad mental del paciente, deben ser resueltas lo antes posible.”
- “No debe confundirse la cuestión de la capacidad mental con la naturaleza de la decisión efectuada por el paciente, tan graves como sean sus consecuencias. El punto de vista del paciente puede reflejar una diferencia en cuanto a valores, antes que la falta de capacidad mental.”
- “Si el hospital se enfrenta con un dilema que los profesionales no saben resolver, esto debe ser reconocido y los pasos siguientes tomados como cuestión de prioridad. Los responsables no deben permitir que esto conduzca a una situación de estancamiento o desorientación.”
- “Si los profesionales, por cualquier razón, no están en condiciones de cumplir con las decisiones del paciente, su deber es encontrar otros profesionales que estén dispuestos a hacerlo.”