Por P. L.

“Las víctimas de accidente cerebrovascular tienen mejores chances si quien está junto a él reconoce los síntomas y actúa rápidamente para pedir ayuda”, advirtió, en Estados Unidos, el Instituto Nacional de Desórdenes Neurológicos. Los síntomas del ACV son repentinos: súbito entumecimiento o debilidad en la cara, brazo o pierna (especialmente en un solo lado del cuerpo); súbita confusión, dificultad para hablar o para entender lo que se le dice; súbita dificultad para ver en uno o ambos ojos; súbita dificultad para caminar, mareo, pérdida del equilibrio o la coordinación; súbito dolor de cabeza severo, sin causa conocida. Estos síntomas pueden darse por separado.
Las causas reconocidas del ACV son similares a las del ataque cardíaco: alta presión arterial; enfermedad cardíaca; tabaquismo; diabetes; colesterol elevado. En la Argentina, el ACV es la tercera causa de muerte y la primera causa de invalidez: “La incidencia es tan elevada porque hay escaso control de uno de los principales factores de riesgo como la presión arterial, que en muchos casos se puede limitar reduciendo la ingesta de sal y manteniendo un estilo de vida saludable”, destacó Roberto Sica, jefe de Neurología del Hospital Ramos Mejía.