SOCIEDAD
• SUBNOTA › POLEMICA EN TORNO DE LOS BENEFICIOS DEL RETRASO
El debate sobre los husos
› Por Pedro Lipcovich
“Es muy simple: los estudios realizados me dan la razón”, dicen los dos. Pero proponen cosas muy distintas. Para el ex senador Pedro Del Piero –autor de la Ley 25.155–, hay que atrasar el reloj: si marca las 11, debería marcar las 10; sólo entre octubre y marzo debería volverse a la hora actual, y esto debería regir en todo el país. Para Horacio Quaini –ex titular de Agua y Energía–, debe haber una hora del Este y otra del Oeste: en el Este del país, los relojes deben seguir como están, pero deben atrasarse una hora en la franja Oeste; y, en verano, ambas franjas deberían atrasarlo una hora más.
“La Argentina debe volver al huso horario que le corresponde internacionalmente, el -4 de Greenwich, como el resto de los países que están en el mismo meridiano”, recordó Pedro Del Piero, quien, como senador nacional, impulsó la Ley 25.155, aprobada en 1999, que nunca se aplicó y a la que insiste en volver. Esto implica atrasar los relojes una hora.
“Sólo entre octubre y marzo, por ahorro energético, conviene volver al huso -3, el actual”, precisa Del Piero y destaca que “los estudios de la Secretaría de Energía y de organismos académicos señalaron que este ajuste permitiría un ahorro del 1,5 por ciento en el consumo de energía”.
Del Piero argumenta “razones de seguridad: por ejemplo los pibes, en invierno, no tendrían que salir a oscuras a la escuela; razones ambientales, ya que la luz solar depura la atmósfera de gases tóxicos y es mejor que la masa de automotores no se movilice antes del amanecer; razones biológicas, ya que es más saludable empezar a trabajar cuando hay luz solar”. En cambio, en verano, “como amanece más temprano, es mejor adelantar los relojes para aprovechar la luz de las primeras horas”.
Según Del Piero, a este ordenamiento se opone “el lobby de las compañías eléctricas, porque venderían menos energía y porque la distribuidora Cammesa establece que la electricidad es más cara en los picos de demanda: si la curva de demanda matinal se aplana, la energía resulta más barata”.
En cambio, Horacio Quaini –quien fue funcionario de carrera en la empresa Agua y Energía y ocupó la Subsecretaría de Energía durante el gobierno de De la Rúa– observó que “la distancia entre Buenos Aires y Mendoza corresponde a un huso horario, por lo cual está bien que haya una hora de diferencia entre ambas”. La hora del Oeste argentino correspondería a “Neuquén, Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja, Jujuy y parte de Salta”; la hora del Este, al resto del país.
En invierno, según Quaini, debería conservarse la hora actual, en el Este, y el reloj debería atrasarse una hora en el Oeste. Entre octubre y abril, Este y Oeste deberían atrasar una hora sus relojes, en vez de adelantarlos como pide Del Piero para esa misma época del año.
“Corresponde atrasarlos en verano porque, como anochece más tarde, se generaría un ahorro en el sector residencial, ya que la gente va a prender la luz más tarde; y también en el comercio, que suele atender hasta más tarde en verano”, explicó Quaini. En cuanto a su posición de no volver en invierno al huso -4, asignado internacionalmente, explicó que “en Estados Unidos y Europa se cena antes de las 7 de la tarde, mientras que aquí no lo hacemos antes de las 9”.
Quaini subrayó que “estos datos se basan en estudios correspondientes a los registros del Despacho Nacional de Cargas, que dependía de Agua y Energía. Es muy simple”.
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