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“Tuvo que haber una zona liberada”
Mariscal de la Cruz Houman, un ingeniero que participó en la construcción del centro automático de control de salida y entrada de los trenes de la ex línea Roca, aseguró ayer que “llevará meses solucionar el problema, porque no se trata de un cablecito quemado y hay que tener en cuenta que es necesario rediseñar todo el sistema dañado”. Houman dijo que “todo el sistema de cableado ha sido dañado y como fue diseñado por una empresa japonesa, hay que llamarlos a ellos para que digan cómo hay que repararlo”. De ser certera su apreciación, la operación manual de emergencia que se está realizando y que provoca grandes demoras, puede llegar a prolongarse por mucho tiempo. En cuanto a la posibilidad de que se haya tratado de un hecho intencional, tal como se dijo oficialmente, Houman estimó que para que eso ocurra “tendría que haber existido una zona liberada”, como las que permitieron las desapariciones de personas en la dictadura o algunos secuestros extorsivos de los últimos tiempos.
Fernando Jantus, vocero de Metropolitano, rechazó lo dicho por Houman y aseguró que ahora “cualquiera puede arriesgar cualquier hipótesis, pero estaría menospreciando todo el trabajo que están realizando los investigadores, la empresa y el Gobierno”. Según Jantus, el problema “se solucionaría en una semana”, posibilidad que fue rechazada por Houman: “Los que dicen eso no tienen ni idea de cómo funciona un sistema de señalización automática de trenes y de lo compleja que es la reparación”.
Metropolitano dijo ayer que todavía “no se hizo una evaluación de los daños”, aunque fuentes cercanas a la investigación anticiparon que “fueron totales”. Para Houman “es difícil hablar de intencionalidad, porque si eso es lo que ocurrió, tuvo que haber una zona liberada, es decir que se trató de algo totalmente deliberado. Le tienen que haber abierto la puerta”.
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