SOCIEDAD
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“Por mi hijo quiero ser alguien”
Por M. C.
“Ante tantas carencias, el hijo les permite un proyecto propio, le da identidad a su subjetividad fragilizada”, dice Mariana Vera sobre las madres adolescentes. Hace ya varios años que las escucha. Coordina el programa del gobierno porteño que apunta a retener a las alumnas mamás y a los alumnos papás en las aulas. Actualmente, alcanza a 60 escuelas medias ubicadas de los barrios más pobres de la ciudad y a 897 jóvenes, 203 embarazadas, 517 que ya son madres y 177 que son padres. La cifra viene en aumento: en el 2003 fueron 770 en total en el programa y actualmente ya son casi 130 más y todavía queda medio año por delante.
“Hace cuatro años atrás se veían los embarazos en 4º y 5º año y ahora ya se ven en primero. Hay un crecimiento notable de casos en la franja de 14 y 15 años”, precisa Vera. Cada uno de las chicas y chicos integrados al programa tienen un docente como referente que se encarga de su seguimiento; además, participan de talleres en los que trabajan los prejuicios y preconceptos para que sean vistos como otros alumnos. Para facilitarles el estudio, la ciudad tiene cuatro jardines de infantes vespertinos junto a las medias con más población de alumno/as-madres. El último se abrió este año, poco antes del inicio de las vacaciones de invierno, en Brasil y Azopardo.
–¿Hay chicas que no se cuidan para no quedar embarazadas porque desean tener un hijo?
–Es lo que vemos en los talleres. Te dicen: “Por mi hijo quiero ser alguien”. La situación económica las deja excluidas social y económicamente y produce estragos a nivel de su subjetividad.
Nota madre
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