El Dr. Simi, es decir el hombre disfrazado con una gigantesca cabeza de gomaespuma en la que sobresalen unos cabellos parados y unos gruesos bigotes, contrastaba ayer con la aristocrática elegancia de los salones del Hotel Alvear. Ese fue el escenario que eligió el empresario mexicano Víctor González Torres –el salón, el muñeco símbolo de sus farmacias y varias señoritas vestidas de negro en función decorativa– para la conferencia de prensa en la que dio a conocer los últimos avatares de la guerra con su hermano Javier, dueño de Dr. Ahorro y hasta las intimidades de esa batalla carnal que ya lleva veinte años.
“La ley nos dio la razón y ahora podemos usar nuestro nombre”, dijo. Pero su plan, instalar 200 farmacias en dos años en la Argentina, va con cierto atraso. Por eso ayer se quejó de la lentitud para obtener las habilitaciones y nuevamente lo culpó a su hermano. “Según los rumores, hay mano negra del Dr. Ahorro, seguramente sobre algún mando medio o chico, a quienes convenció de que no nos dieran los permisos. Por eso estoy pidiendo entrevista con el Doctor Ginés (González García) para explicarle esto. Sabemos que él es muy honesto. Nos parece muy raro que si venimos a invertir, a dar empleos, a vender medicinas baratas para los pobres, no entremos.”
Hasta ahora, la cadena tiene seis locales abiertos, y otros cuatro listos, a la espera de las habilitaciones.
–Usted denuncia un aparente acto de corrupción. ¿Hizo la denuncia? –preguntó este diario.
–No, porque no tengo pruebas. Pero el hijo de Javier le dijo a un gerente mío que íbamos a tener problemas con las habilitaciones antes de que sucediera. Y después sucede.
–¿Van a abrir farmacias también en el Gran Buenos Aires?
–Queremos abrirlas, pero allá las leyes son muy restrictivas. Se boicotea al pobre. Pero podemos anunciar que ahora vamos a empezar a atender a la gente de Avellaneda y Lanús desde Capital Federal, a domicilio. También anunciamos que vendrá a la Argentina la fundación Best. En México le donamos el 25 por ciento de las ganancias que obtenemos para obras de caridad. Cuando tengamos ganancias aquí, que será dentro de dos años, también ayudaremos a la gente en la Argentina.
–Cuando inauguraron los locales, hicieron promoción inusual regalando alimentos. Luego tuvieron que suspenderlo.
–No creo que sea inusual ayudar al pobre. Acá hubo una persona que se llamaba Eva Perón. Lo que hicimos llamó la atención. Pero me dijeron que no lo hiciera y lo dejé de hacer.
González Torres no quiso dejar la conferencia de prensa sin indagar qué pensaban los periodistas de la pelea con su hermano. Cuando le comentaron que un rumor sostiene que la guerra es puro cuento publicitario, se volcó a las confidencias. “Mi familia tiene farmacias desde que las fundó mi bisabuelo. Mi hermano las administraba, pero yo empecé a sobresalir mucho y no le gustó. Cuando puse las Farmacias Similares su ego fue destruido. Hoy a la cadena Fénix casi nadie la conoce. El en la Argentina cometió un error táctico al atacarme, se equivocó y perdió.”