Este año, a partir de una inversión en reformas por un monto de 400 mil pesos, fue reabierto el paseo del puerto, que pone a los turistas en contacto con la actividad portuaria más tradicional de Mar del Plata, la que desarrollan los tripulantes de las lanchitas amarillas. El circuito incluye una pasada por el refugio de lobos marinos, que se muestran al público casi cara a cara, como en pocos lugares del mundo, y las compras en la feria artesanal de pescadores, donde se puede adquirir pescado fresco y conservas de primera calidad. “Nosotros nos habíamos opuesto a que se cerrara el paseo, como se había anunciado el año pasado, porque creíamos que se estaba destruyendo una de las principales postales de Mar del Plata”, dijo a este diario Luis Ignoto, presidente de la Sociedad de Patrones Pescadores.
En el paseo hay ahora tres niveles de circulación: el de la calle que llega hasta el corazón del puerto, reservado para el tránsito interno; el andarivel intermedio, exclusivo para turistas de a pie, que cuenta con asientos construidos con durmientes del ferrocarril, a prueba de mar, y el nivel que está pegado al agua, donde amarran los barcos, destinado exclusivamente a los pescadores y al personal de Prefectura. En el sector para turistas que está de espaldas a las playas de Punta Mogotes, se construyó un mirador desde el cual se tiene una vista óptima del mar y de las embarcaciones.